Foto del homenaje de las familias de las víctimas del 'Villa de Pitanxo' a los marineros del 'Playa de Menduiña 2', que auxiliaron a los tres supervivientes el 15 de febrero de 2022, este lunes en Marín. EFE/Salvador Sas

Samuel Kwesi, superviviente del Pitanxo: “Llegué a aceptar que iba a morir”

Marín (Pontevedra) (EFE).- Uno de los tres supervivientes del naufragio del Villa de Pitanxo, Samuel Kwesi, ha reconocido este lunes, casi un año después de esta tragedia marítima ocurrida en Terranova (Canadá), que llegó a aceptar “que iba a morir”.

Kwesi, ghanés de nacimiento y residente en Marín (Pontevedra) desde hace años, se ha pronunciado por primera vez sobre lo ocurrido aquel 15 de febrero de 2022 en el acto de homenaje a los marineros que le auxiliaron, la tripulación del Playa de Menduiña Dos.

Allí ha relatado lo que, según él mismo ha explicado, “llevo un año guardando en mi corazón”.

La conselleira Rosa Quintana consuela al superviviente Samuel Kwesi. EFE/Salvador Sas

Embargado por la emoción e incapaz de retener las lágrimas, el marinero ghanés ha agradecido el trato recibido por sus rescatadores porque “me hicisteis sentir bien, me protegisteis y ninguno de vosotros me dio la espalda, todos estabais preocupados por mí”.

“Me salvé del Villa de Pitanxo al poder salir del barco, pero los que me han dado la oportunidad de estar aquí hoy son estos hombres”, ha destacado el superviviente, que ha recordado como, al subir al Playa de Menduíña Dos, “sentí que estaba a salvo”.

Playa de Menduíña Dos, el barco que les salvó

Antes de eso, según sus propias palabras, “acepté que iba a ser el siguiente en morir”, sobre todo tras ver cómo uno de sus compañeros, que como él no llevaba el traje térmico, perdía la vida en la balsa mientras esperaban a que alguien los encontrara en medio del mar.

Su “esperanza”, antes de la llegada del barco gallego, era un buque portugués que ellos mismos divisaban desde la balsa, “pero ellos no nos vieron”.

Horas después escucharon un silbato detrás de ellos, que hacían sonar desde el Playa de Menduíña Dos, y “ahí fue cuando supe que no iba a morir”, ha expresado.

“Yo no tenía fuerza para subir al barco. Tuvieron que ayudarme ellos”, ha confesado Kwesi, que ha apuntado que “nunca en mi vida voy a olvidar ese esfuerzo que hicieron”, dejando de lado todo lo que estaban haciendo para ayudarles.

Foto general del homenaje de las familias de las víctimas del 'Villa de Pitanxo'.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda (3i), junto a la portavoz de los familiares del Pitanxo Mª José do Pazo (I); el capitán Ramón Porto (2i), Alfonso Rueda (3i), la alcaldesa de Marín, María Ramallo (3d); la conselleira de Pesca Rosa Quintana (2d) y el superviviente Samuel Kwesi (d). EFE/Salvador Sas

Estos marineros, ha añadido, “son mi familia” y les ha agradecido todo su apoyo “no por haber declarado a mi favor y al de mis compañeros”, sino por haberles ayudado en el peor momento de sus vidas “y acogerme enseguida como uno más de ellos”.

Un año de la tragedia del Villa de Pitanxo

Acompañando a Samuel en este sentido homenaje a los marineros del Playa de Menduíña Dos estaban sus padres de acogida, Samuel Gago y Ramona Otero, que han reconocido que este año ha sido “muy difícil” para él, aunque “poco a poco vamos centrándolo”.

“Ha pasado por una situación muy complicada”, ha señalado Samuel Gago, que sostiene que “él se hace fuerte y lucha por tirar hacia adelante”, a pesar de tener que lidiar a diario con cuestiones “que le quitan mucho la moral”.

Al cumplirse un año de la tragedia, recuerda la incertidumbre que vivieron en los primeros momentos tras el naufragio porque “no sabíamos si era él o no” alguno de los tres supervivientes, dudas que no resolvieron hasta que el propio Samuel les llamó por teléfono.

Escuchar su voz, reconoce su padre de acogida, “fue un alivio tremendo dentro del dolor que sentíamos todos por los que se quedaron atrás”.

Aún hoy Samuel Kwesi “los tiene presentes en todo momento”, según su familia adoptiva. “Se despierta soñando con ellos, piensa sobre ellos y hasta escucha sus voces”, relata su padre.

“Él lo lleva muy mal pero lucha por salir de eso porque la vida sigue”, sentencia.