Gijón (EFE).- La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha puesto en valor este jueves los trabajos llevados a cabo para la reflotación del buque Nehir, interceptado hace casi dos años a 90 millas de la costa lucense de A Mariña con 1,8 toneladas de kilos de cocaína, labores que han permitido evitar un desastre medioambiental ya que portaba más de 40 toneladas de gasóleo en su interior.
El buque mercante Nehir fue intervenido en febrero de 2021 por indicación del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional al haberse localizado en su interior 92 bultos que contenían 1.831 paquetes de cocaína de un peso aproximado de un kilo cada uno de ellos.
Posteriormente, fue trasladado al puerto gijonés de El Musel donde, ante el aviso de la Autoridad Portuaria de Gijón de una situación de riesgo medioambiental muy alto por posibles vertidos de combustible, se activó el proceso para su reflotamiento, tras extraerse más de 40 toneladas de gasóleo que el barco tenía en su interior.
Llop, que ha presidido hoy en el puerto de Gijón la reunión de evaluación y seguimiento del trabajo de reflotación del buque Nehir, ha destacado la colaboración y cooperación interinstitucional de las administraciones implicadas en la operación y ha puesto en valor la labor de la Oficina de Recuperación y Gestión de Archivos (ORGA).
La reflotación del Nehir, una operación “muy compleja”
La ministra ha afirmado que la operación, financiada con casi 800.000 euros del Ministerio de Justicia, ha sido “muy compleja” y que con el fin de “salvaguardar el medio ambiente” primero ha habido que extraer el combustible y se ha instalado un perímetro de seguridad medioambiental para contener el daño en caso de fuga.
Llop ha destacado la labor de la ORGA y que, con los fondos que ha recuperado este organismo, su Ministerio haya podido llevar a cabo actuaciones como la financiación de unos kits de recogida de muestras de ADN que se utilizan sobre todo en los supuestos de agresiones sexuales y en materia de sumisión química.
Investigación en curso sobre los fardos que quedaban en el interior del buque
También ha pedido respetar el secreto de la investigación en curso en la Audiencia Nacional sobre el paradero de otros 66 fardos de cocaína que los tripulantes aseguran que quedaban en el buque.
Sin embargo, los miembros del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional realizaron la semana pasada dos exhaustivos registros en el interior del buque sin que dieran resultado, lo que llevó a suspender la búsqueda.
Tras su captura en alta mar hace casi dos años, y ante el riesgo de hundimiento propiciado intencionadamente por su propia tripulación -formada por nueve ciudadanos de Turquía y Georgia- y el peligro para la navegación de la zona, el buque fue trasladado al puerto de Gijón donde permanece hasta el momento.
El pasado mes de diciembre el magistrado juez del Juzgado Central de Instrucción número 1 encomendó a la ORGA la destrucción y tratamiento como residuo de la embarcación y este mes el Consejo de Ministros aprobó la declaración de emergencia en la contratación del reflotamiento del buque por un importe de 776.069 euros
