El presidente del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo, en una imagen de archivo. EFE/Marcial Guillén

Feijóo sale a ganar el 28M pero guarda cautela ante un resultado incierto

María López |

Madrid (EFE).- Alberto Núñez Feijóo se volcará en las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo.

Se ha marcado como meta ganar y se hará corresponsable del resultado, lo que no impide que guarde cautela ante un escenario abierto donde el PSOE podría retener poder porque hay “muchos balones en el poste”.

Así lo admiten tanto en la dirección nacional del Partido Popular como en los territorios.

Las autonomías que el PP arrebate al PSOE son determinantes para averiguar si Feijóo se apunta una victoria en la antesala a las elecciones generales de diciembre. También los posibles pactos con Vox.

Tarea para los candidatos

Para alcanzar la Moncloa Feijóo ha puesto tarea a sus candidatos en mayo: ser siete años después la primera fuerza tanto en el voto de los ayuntamientos como en el de las doce autonomías que van a las urnas. También sumar alcaldías y gobiernos autonómicos. Hará campaña a su lado para lograrlo.

Tres de sus presidentes autonómicos -Andalucía, Galicia y Castilla y León- no se examinan y Génova da por hecho que Isabel Díaz Ayuso y Fernando López Miras mantendrán la Comunidad de Madrid y Región de Murcia con gobiernos monocolor.

En el partido se da además por seguro que obtendrán el poder en La Rioja, ahora en manos del PSOE.

Otras plazas claves están en cambio en situación incierta.

En el punto de mira figuran sobre todo la Comunitat Valenciana, joya de la corona electoral, y Aragón. El PP espera victorias tanto de Carlos Mazón como de Jorge Azcón, pero la conformación de gobiernos está en el aire. Los dos bloques están muy próximos y además la suma dependerá de su alianza con Vox, según todas las encuestas.

También es complejo que el PP vuelva a gobernar en Baleares, aún si Marga Prohens gana las elecciones.

Y más difícil todavía es desbancar a Guillermo Fernández Vara en Extremadura y a Emiliano García Page en Castilla-La Mancha, donde los sondeos sitúan a los populares en segundo lugar y dependiendo también de los de Santiago Abascal.

Estos son los principales territorios en pugna, pues Navarra, Cantabria o Asturias no provocan esperanzas en los populares.

Buenas perspectivas en las municipales

Más fructuosa se presenta para el PP la batalla por el poder municipal.

La ley facilita que en segunda vuelta gobierne el candidato más votado en el caso de que no haya una suma alternativa, lo que simplifica los pactos postelectorales.

Comerse a Ciudadanos, que en 2019 sacó su mejor resultado local, impulsará además al PP en múltiples municipios, por ejemplo en las capitales de provincia de Andalucía.

El mapa electoral, sobre todo el autonómico, refleja la importancia de las alianzas con Vox, de las que sin embargo el PP no quiere hablar.

Al margen de los pronósticos demoscópicos, todos los candidatos populares repiten que su objetivo es gobernar en solitario, sin cerrar la puerta a futuras coaliciones.

Juanma Moreno, el modelo a seguir

Es lo que defendió Moreno en las elecciones andaluzas y contra todo pronóstico logró una mayoría absoluta inédita.

El presidente de la Junta de Andalucía es el modelo a seguir. Su participación en campaña y precampaña lo evidencian.

Ha estado en la Comunitat Valenciana y en los próximos días estará también en Extremadura, Castilla-La Mancha e incluso en Madrid.

Todo el partido, de Feijóo a los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, echarán el resto para que el éxito de Andalucía se replique.

El reto es complicado y en privado son mayoría los dirigentes que asumen que el tabú de gobernar con Vox es ya agua pasada, lo que no quita la necesidad de hilar muy fino los posibles pactos porque están bajo la lupa de las próximas elecciones generales.

El PP extrajo otra lección de las elecciones andaluzas: conviene no inflar expectativas cuando está en pugna el voto útil del centro y de la derecha.

Uno de los ingredientes del éxito de Moreno fue no trasladar a los electores la euforia de las encuestas internas que mostraban ya la mayoría absoluta en los últimos días de campaña.

En este contexto, Feijóo ha señalado por una parte que el PP debe salir a ganar y que éste es el primer paso para el cambio en España. Asume el reto en primera persona e instan a que Sánchez haga lo mismo con el PSOE.

Por otra parte, el líder del PP ha avisado a propios y ajenos de que “el partido de Sánchez aguantará mejor que en las generales”. El PSOE interpreta que Feijóo anticipa así un resultado débil, el PP lo niega. Unos y otros están ya en modo electoral mientras avanza la cuenta atrás hasta el 28 de mayo.