Belén Mayo I
Madrid (EFE).- En las elecciones generales de noviembre de 2019 casi 250.000 electores depositaron en las urnas votos nulos. O, lo que es lo mismo: una de cada 100 personas que acudió a los colegios electorales depositó un voto que fue declarado no válido y, por tanto, no tuvo ningún efecto en los resultados de los comicios.
En el último barómetro del CIS, el 1,6% de los encuestados contestaron que se decantarán por este voto de forma consciente.
Estos sufragios, se hayan emitido de manera intencionada o accidental, es como si nunca hubieran existido. No se contabilizan.
En el caso de que sean voluntarios, los votos nulos expresan el descontento con el sistema electoral o la clase política, pero la realidad es que este gesto se queda en eso y no tiene trascendencia en el escrutinio.
Qué es un voto nulo
La Ley del Régimen Electoral General establece que es nulo el voto emitido en un sobre o con una papeleta dentro diferente del modelo oficial.
Solo se pueden utilizar, por tanto, los sobres y papeletas que encontramos en los colegios electorales o los que nos han llegado a casa junto con la propaganda electoral.
Otras acciones que llevan a considerar nulo un voto son:
- El sobre y la papeleta están rotos o alterados.
- En la lista electoral se han tachado o añadido nombres, o se ha alterado su orden.
- Se ha introducido una papeleta sin su correspondiente sobre.
- Se meten varias papeletas diferentes en un mismo sobre. En los casos en los que haya más de una papeleta, se considera válido y computará como un solo voto si ambas son iguales. Si son diferentes, es declarado nulo porque no se puede dilucidar la voluntad del elector.
- Lo mismo ocurre en las elecciones al Senado: si un elector marca en una papeleta más nombres de los que corresponden a su circunscripción, su voto será declarado nulo.

¿Sirven para algo?
Los votos nulos no cuentan para el reparto de escaños, no benefician ni perjudican a ningún partido. Como no son votos válidos, no influyen tampoco en el mínimo que necesita un partido para conseguir escaño.
Y, sin embargo, según el barómetro del CIS de mayo de 2023, el 1,6% de los votantes piensa depositar un voto nulo en la urna en las elecciones generales del próximo 23 de julio. En los comicios de 2019 hubo en total 249.487 votos nulos.
El voto nulo es el considerado voto “gamberro” porque en la mayoría de los casos es consciente. Desde rodajas de chorizo envueltas en una papeleta del PP a una fotografía del líder norcoreano Kim Jong-un proponiéndole como diputado, son votos que fueron anécdota en su día, pero olvidados a la mañana siguiente.