La alcaldesa de Arrasate, Maider Morras (EH Bildu) (c), el día en el que el PSE-EE recuerda y homenajea a su exedil Isaías Carrasco. EFE/Juan Herrero

Andueza: ETA no fue un ciclo político, fue una vergüenza que seguirá a algunos toda su vida

Arrasate (Gipuzkoa) (EFE).- El secretario general del PSE/EE y candidato socialista a lehendakari, Eneko Andueza, ha asegurado este domingo que ETA no fue “un ciclo político” sino “terrorismo” y “una vergüenza que a algunos les va a perseguir toda su vida”.

Durante su intervención en un homenaje celebrado en Arrasate (Gipuzkoa) en memoria del edil socialista asesinado hace 16 años por ETA, Isaías Carrasco, Eneko Andueza ha criticado de esta manera las declaraciones en las que el candidato a lehendakari de EH Bildu, Pello Otxandiano, se refirió a la banda terrorista como “un ciclo político”.

Según informa el PSE/EE en una nota, Andueza ha pedido a Otxandiano que, como dirigente de la izquierda abertzale, no eluda su “responsabilidad” ante la ciudadanía vasca, y ha subrayado que los gestos deben estar acompañados de “sinceridad y arrepentimiento”, y no servir solo para “limpiar la conciencia”.

Ha afeado por ello a Otxandiano que sostenga que él pertenece a “una generación muy diferente” que “no tiene ninguna responsabilidad sobre aquello”, cuando el propio Andueza, que sí vivió la época del terrorismo etarra, pertenece a esa “misma generación”.

 La alcaldesa de Arrasate, Maider Morras (EH Bildu) (i), saluda al secretario general y candidato a lehendakari del PSE-EE, Eneko Andueza (d)
La alcaldesa de Arrasate, Maider Morras (EH Bildu) (i), saluda al secretario general y candidato a lehendakari del PSE-EE, Eneko Andueza (d). EFE/Juan Herrero

“Hemos tenido que escuchar que se pierden mucha oportunidades de estar con las víctimas del terrorismo. Yo le pediría un favor al señor Otxandiano, le diría que si él pierde oportunidades es su problema”, ha dicho Andueza.

Estar con las víctimas

“Yo nunca pierdo la oportunidad de estar con las víctimas y hoy estoy con ellas -ha añadido-, pero muchas veces y de manera silenciosa me reúno con otras víctimas de ETA, con víctimas del GAL y del Batallón Vasco Español y con víctimas que han sufrido abusos policiales. No para sacarme una foto ni para limpiar mi conciencia, sino para escucharles”, ha manifestado.

“Esa es la mejor manera de ayudarles, no a superar un dolor, que les va acompañar para siempre, pero sí a ir de nuestra mano para construir una sociedad mejor y para construir una convivencia sólida”, ha incidido.

El líder de los socialistas vascos se ha dirigido también a la alcaldesa de Arrasate, Maider Morras (EH Bildu), presente en el acto, para valorar su asistencia al homenaje.

No obstante le ha explicado a renglón seguido que “agradecería mucho más” que hubiese tomado la palabra para decir que el terrorismo de ETA “no solo estuvo mal” sino también que la izquierda abertzale no estuvo “a la altura” y que aún tiene pendiente “condenar todo aquello”.

Gestos sinceros

“Los gestos -ha agregado- no son fotos para limpiar la conciencia de uno mismo. Tienen que ser gestos sinceros que demuestran de verdad que os arrepentís de todo aquello y que todo aquello supuso un terrible dolor que es absolutamente insuperable”.

“Eso es lo que espera la sociedad vasca y es lo que esperamos los socialistas vascos”, ha afirmado Andueza, quien también ha preguntado a la izquierda abertzale por qué no estuvo con ellos en “momentos” como los sufridos con el atentado de Carrasco. “¿Dónde estaban? ¿En un silencio cómplice? Son preguntas que hay que hacérselas, porque si tienen valor tendrían que responder ante la sociedad vasca”, ha insistido.

Además de Andueza, en el acto de homenaje, que como cada año ha consistido en una ofrenda floral, han estado presentes el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itsaso, el secretario general del PSE/EE de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, la diputada socialista en el Congreso, Rafaela Romero, y familiares del asesinado, como su hija Sandra Carrasco, quien ha sido saludada por la alcaldesa de Arrasate, Maider Morras.

Isaías Carrasco, que tenía 42 años y trabajaba como cobrador en el peaje de Bergara, fue tiroteado en las proximidades de su domicilio dos días antes de la celebración de elecciones generales de 2008.