Imagen de archivo de estudiantes de cuarto de la ESO en un instituto de Barcelona. EFE/Marta Pérez

ELECCIONES CATALUÑA | Los malos resultados de PISA ponen contra las cuerdas al Govern al final del mandato

Carme Picart |

Barcelona (EFE).- El bajo nivel de los alumnos catalanes de cuarto de ESO reflejado en el informe PISA ha aflorado las debilidades del sistema educativo y ha puesto contra las cuerdas al Govern, que ha hecho poca autocrítica y ha atribuido los malos resultados a la segregación escolar y al elevado índice de pobreza infantil que hay en Cataluña.

Tras conocerse los resultados del informe, que situaron a los alumnos catalanes por debajo de la media de la OCDE y a la cola de España en matemáticas, ciencias y comprensión lectora, la Generalitat los atribuyó en primera instancia a una “sobrerrepresentación” en la muestra de los estudiantes inmigrantes.

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Imagen de archivo de varios alumnos en un aula en Barcelona. EFE/Quique García

La consellera de Educación, Anna Simó, rectificando esta apreciación inicial de su departamento, afirmó que Cataluña “tiene un problema que está identificado” y relacionó los malos resultados con “la pobreza infantil y la segregación escolar”.

Al respecto, el doctor en Sociología y responsable de proyectos de la Fundación educativa Jaume Bofill, Miquel Àngel Alegre, en declaraciones a EFE, ha descrito al alumnado catalán como “más retador” que el de otras Comunidades Autónomas, dado que -ha afirmado- es “más diverso, complejo y desigual”.

Sin embargo, poniendo el foco en las directrices públicas administradas desde la Generalitat, este experto ha alertado de la “falta de una política de asignación de los recursos focalizada y estructurada” que sea capaz de “dar respuesta a la diversidad educativa estructural” que sufre Cataluña, y en cuanto a segregación escolar ha afirmado que “hay margen de mejora” porque “supera la residencial”.

Para empezar a revertir los malos resultados, la línea de actuación que emprenderá la Generalitat el próximo curso escolar 2024-25 se centrará en los institutos con “más margen de mejora”, que en la práctica son los que concentran más proporción de alumnado vulnerable.

Así, entre otras medidas poco definidas de carácter general para todo el sistema, el próximo septiembre arrancará en 250 de estos centros un plan de mejora de comprensión lectora y en otros 200 un programa para impulsar el aprendizaje de las matemáticas.

Pocas aulas de acogida

La vulnerabilidad afecta especialmente a muchos de los estudiantes inmigrantes que llegan a Cataluña procedentes de otros países y que acceden al sistema educativo pasando por las aulas de acogida.

Estas aulas funcionan en Cataluña desde el curso 2004-05 con el fin de que los estudiantes recién llegados aprendan la lengua catalana y se puedan integrar y socializar mejor.

En la actualidad existen 881 dotaciones de aulas de acogida para un total de 3.900 centros educativos públicos y concertados.
Potenciar este servicio es, precisamente, una de las medidas propuestas por el grupo de expertos consensuado entre el Govern y la mayoría de grupos políticos para empezar a mejorar los resultados de PISA.

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Imagen de archivo de un aula de un instituto de Barcelona. EFE/Marta Pérez

Sin embargo, ante el Consejo de Educación de Cataluña, y en respuesta a las propuestas del grupo de expertos, Anna Simó se limitó a decir que “se estabilizarán las dotaciones actuales” de aulas de acogida para que “tengan continuidad” y con el fin de “revisar el actual modelo” en aras de “mejorar su objetivo y función”.

“Las aulas de acogida son insuficientes” porque en Cataluña “vivimos una llegada masiva de estudiantes que está saturando el sistema”, ha afirmado a EFE el doctor en pedagogía, miembro del Consejo de Pedagogos de Cataluña y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona, Jordi Puig.

En las aulas de acogida “se atiende a alumnos acabados de llegar que no conocen la lengua catalana, que a veces no han estado escolarizados o bien que lo han hecho de manera interrumpida” y que “a menudo, se incorporan a las aulas ordinarias sin conocimientos suficientes”, ha alertado este experto.

Sobre este punto, el director de la fundación Episteme, dedicada a la promoción del debate e investigación sobre el sistema educativo, y secretario general del Sindicato de Profesores de Secundaria, Xavier Massó, ha afirmado a EFE que el actual modelo de aulas de acogida de Cataluña “está mal enfocado” ya que los alumnos “deberían ingresar en las aulas ordinarias en función de sus conocimientos, y no del curso que les corresponde por edad”.

Gestión de la matrícula viva

Muchos de los niños y jóvenes inmigrantes llegan a Cataluña con el curso iniciado, en lo que se conoce como ‘matrícula viva’, que es una de las más elevadas de España, y que aterrizan sobretodo en centros públicos segregados.

En un informe reciente, la fundación Bofill alertaba de que el 72 % de los institutos segregados siguen recibiendo matrícula viva y, para no cronificar la concentración del alumnado vulnerable en determinadas escuelas e institutos, urgía a eliminarla en la totalidad de los 410 centros segregados catalanes, de los que -aseguran- el 17 % mantienen el mismo porcentaje de segregación que hace ocho años.

En PISA, los resultados obtenidos por los estudiantes de los institutos concertados superaron la media de la OCDE y se situaron 30 puntos por encima de los conseguidos por los estudiantes de los centros públicos, que, según el mismo análisis, matriculan el doble de alumnos vulnerables.

Modelo pedagógico cuestionado

Los malos resultados de PISA, los peores desde 2003, han azuzado también el debate sobre el actual modelo pedagógico, basado en el aprendizaje por competencias y en el trabajo por proyectos como sustitutos de las tradicionales clases magistrales.

Xavier Massó ha señalado, como “un factor decisivo del bajo nivel educativo” en Cataluña, la introducción “desde hace 4 o 5 años” de una innovación pedagógica “sin base científica y sin contrastar”.

Más allá, ha afirmado, que “con el actual índice de pobreza”, pero con un modelo pedagógico “más tradicional”, el nivel de los estudiantes catalanes “sería más alto”.

También ante el Consejo de Educación de Cataluña, Anna Simó volvió a defender una enseñanza basada en competencias, aunque anunció que otra de las medidas que se implementará el próximo curso para empezar a mejorar los resultados será definir los aprendizajes básicos para cada etapa, con criterios orientativos de contenido y evaluación.