Madrid (EFE).- El tiktoker acusado de someter a dos chicas menores de edad a conductas “vejatorias” y “denigrantes” por razón de su origen y de su condición de mujeres ha responsabilizado a las víctimas de las declaraciones que hicieron en las entrevistas que difundió en TikTok, y ha sostenido que, pese a no ser mayores de edad, eran conscientes de lo que expresaban.
La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado este lunes el juicio contra D.J.U.B., un joven creador de contenido de nacionalidad venezolana acusado de un delito contra la dignidad y otros dos contra la integridad moral por el contenido xenófobo y machista de esos vídeos. El juicio ha quedado visto para sentencia.
La Fiscalía pide prisión y una multa
Además de la pena de prisión, la Fiscalía pide para el acusado 3.600 euros de multa y que indemnice con 5.000 y 1.000 euros a las víctimas, además de una pena de inhabilitación por seis años para profesión u oficio educativos.
Los hechos ocurrieron en octubre de 2023, cuando el acusado contactó con las dos menores de 16 años, a las que conocía previamente por frecuentar todos ellos el mismo centro juvenil, con el fin de grabar sendos vídeos entrevistándolas para su cuenta de TikTok y para los que supuestamente les indicó lo que debían decir.
Según el relato de la Fiscalía, el creador de contenido se dedicaba a realizar vídeos con entrevistas a personas jóvenes a las que preguntaba por diversos temas, “siempre con un tono provocativo y desde un punto de vista controvertido a fin de obtener el mayor número de reproducciones posible para obtener un beneficio económico”.
Tras vencer cierta resistencia inicial de las menores, que no querían que esos vídeos se publicasen porque les daba “vergüenza”, el encausado grabó las entrevistas, según ellas mismas han relatado.
Le dijeron que no subiera nada
“Le dijimos que no subiera nada, porque teníamos que hablar con nuestras madres para ver si podían subirse, y que nos daba vergüenza”, ha declarado una de las víctimas, todavía menor de edad, que además ha afirmado que el contenido grabado estaba guionizado por el procesado y que no se trataba de una entrevista «improvisada».
Por su parte, el acusado ha afirmado que las jóvenes eran conocedoras de lo que decían ante la cámara: «no hace falta ser mayor de edad para saber lo que se dice».
Las dos jóvenes han afirmado en sala, acompañadas por sus padres como representantes legales, que D.J.U.B publicó las entrevistas siendo consciente de que ambas eran menores de edad.
En una de ellas, sometió a una de las chicas a una situación «vejatoria» y «denigrante», tanto por su «condición de mujer como de persona de origen sudamericano que reside en España».