Madrid (EFE).- «Rotundamente no». Varias veces empleó esas palabras el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, para negar en el Tribunal Supremo el pasado 29 de enero haber filtrado o haber dado orden alguna para divulgar información reservada de la causa abierta por fraude a Hacienda al novio de Isabel Díaz Ayuso.
A menos de un mes de que el alto tribunal acoja el juicio contra García Ortiz, el Supremo ha dado traslado a acusaciones y defensas de los vídeos de las declaraciones del fiscal general y de casi una veintena de testigos ante el juez Ángel Hurtado.
Acusado de revelación de secretos
A partir del próximo 3 de noviembre, un fiscal general del Estado se sentará por primera vez ante un tribunal acusado de un delito de revelación de secretos por el que las acusaciones particular y populares piden entre 4 y 6 años de cárcel para él, mientras que la Fiscalía defiende desde el inicio que no hay delito.
En su declaración ante el juez Hurtado del pasado 29 de enero, el fiscal general negó haber difundido «directa o indirectamente» ni a un medio ni a ninguna persona vinculada a la Presidencia del Gobierno o al Gobierno la denuncia, el expediente tributario o cualquiera de los correos cruzados entre un fiscal y el abogado de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Así se puede comprobar en un vídeo de la declaración al que ha tenido acceso EFE.
Esta causa judicial gira en torno a la filtración de un correo del 2 de febrero de 2024 en el que el abogado de González Amador reconocía en su nombre la comisión de dos delitos fiscales para llegar a un acuerdo con el Ministerio Público que redujese su petición de condena.
«Ninguna constancia» de la filtración desde la Fiscalía
Durante el interrogatorio que le hizo su defensa, ejercida por la Abogacía del Estado, el fiscal general negó tener «ninguna constancia» de que se produjese la filtración desde la Fiscalía y rechazó haber intentado perjudicar a González Amador u obstaculizar sus negociaciones con el fiscal.
«Estoy absolutamente seguro de que ningún fiscal de este país ha hecho una filtración, que ningún fiscal hizo una filtración en esa noche» del 13 marzo, aseguró el fiscal general en un momento del interrogatorio, que duró hora y media.
También fue preguntado el fiscal general por conversaciones que mantuvo la mañana siguiente con la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, quien -según explicó- «se mostraba reticente» a la publicación de la nota de prensa difundida para aclarar informaciones falsas acerca del pacto entre Fiscalía y el abogado de González Amador.
El fiscal general del Estado también reconoció que «hay un desafecto» de Lastra hacia la cúpula del Ministerio Público.
El móvil del fiscal
García Ortiz, a quien el juez le ha reprochado haber borrado el contenido de su móvil, argumentó que en su terminal almacena una cantidad de datos e informaciones «absolutamente inimaginables», relativos a todos los fiscales y procedimientos en marcha, relaciones institucionales e internacionales o información de persecuciones delictivas, entre otros asuntos.
«Mi teléfono móvil alberga información que, por supuesto, puede afectar a la seguridad de este país, por supuestísimo que puede afectar; y creo que hay muy pocas autoridades en España que puedan albergar en su teléfono móvil tal y tanta información como tiene el fiscal general del Estado de España», aseguró.
Según explicó, desde que llegó a la Fiscalía General del Estado ha cambiado unas seis veces de terminal. «Yo borro todo, yo borro todo absolutamente todo, y borro todo de una manera regular», dijo, y precisó que se trata de datos «ultrasensibles» y que no puede permitirse el lujo de que lleguen a manos de terceros.
Y lo hace, según recalcó, porque es una «imposición legal».
Miguel Ángel Rodríguez declaró que acusó al fiscal general por «deducción»
Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, declaró en el Tribunal Supremo el pasado 8 de enero que su acusación de que el fiscal general era autor de la filtración estaba basada en una deducción, no en que tuviera información al respecto.
Cuando la abogada del Estado que interrogaba a Rodríguez le pregunta si se basaba en alguna información o si era su opinión, él responde que fue «una deducción», según se escucha en un vídeo de la declaración ante el juez Ángel Hurtado, al que ha tenido acceso EFE este viernes.
«De dónde se lo sacó usted, es opinión o es información?», pregunta la abogada del Estado, y Rodríguez contesta que «es deducción», para explicar a continuación que solo había dos partes que tenían el expediente, la Fiscalía y el abogado de Alberto González Amador, novio de Ayuso, y que como sabía que el abogado no fue, tendría que provenir la filtración de la Fiscalía.
Entonces, la abogada del Estado le corrige y le dice que no eran dos partes, sino tres, porque la Fiscalía había presentado una denuncia veinte días antes y por tanto, el expediente ya lo tenía el Decanato.

Rodríguez dice que él dedujo que la filtración provenía del fiscal general porque es «la conclusión» a la que llegó, al creer que solo dos partes lo tenían, aunque añade que le parece «que no estaba muy lejos de la realidad».
El juez Hurtado impide a la abogada del Estado seguir debatiendo con Rodríguez sobre si su deducción había sido errónea y le pide que continúe con el interrogatorio.
El novio de Ayuso quería el «menor ruido» posible
Por su parte, González Amador explicó en su declaración en el Supremo, que tuvo lugar el 23 de mayo en calidad de testigo de aquella presunta filtración, que su intención fue que el caso en el que era investigado por fraude fiscal tuviera «el menor ruido» posible.
En otro vídeo al que también ha tenido acceso EFE este viernes, el novio de Ayuso cuenta al juez que dijo a sus abogados que quería el menor ruido: «que esto pase lo más desapercibido posible».
«Ella nada tiene que ver conmigo», expuso el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid refiriéndose a su pareja, cuando en su declaración explicaba lo que dijo a los abogados antes de que su presunto fraude fiscal fuese publicado por la prensa.
Ahí, añadió que sus abogados le dieron varias alternativas acerca de pelear judicialmente el caso o buscar una conformidad y que él les indicó que quería fuera «lo más rápido y sin ruido».
En su declaración, Amador aseguró que no fue consultado sobre la carta que buscaba la conformidad, en la que se reconocía la autoría del fraude, y que es luego el origen de la filtración que se investiga al fiscal general.