La fiscal provincial de Madrid, María Pilar Rodríguez (d), en las inmediaciones del Tribunal Supremo este lunes. EFE/Rodrigo Jiménez

La fiscal jefe de Madrid niega «clandestinidad» al pedir los correos del novio de Ayuso

Madrid (EFE).- La fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, ha asegurado que no hubo «ninguna clandestinidad» a la hora de pedir el 13 de marzo de 2024 a un subordinado los correos que se intercambió con el abogado de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, sino que era un proceso de dación de cuentas activado seis días antes.

Rodríguez ha testificado este lunes en el juicio que sienta en el banquillo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la presunta filtración de uno de estos correos, unos hechos por los que ella estuvo también a punto de ser acusada, hasta que el Tribunal Supremo archivó la causa para ella.

La fiscal jefe fue quien, a petición del fiscal general, solicitó el 13 de marzo los correos que el fiscal Julián Salto se cruzó con el abogado de Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, después de que este propusiese una conformidad por la que reconocía que su cliente cometió dos delitos.

«Le pido los correos porque los pide el fiscal general del Estado para saber qué había sucedido, toda vez que se estaba tergiversando un correo de manera absolutamente falsa, indicando que la Fiscalía había propuesto una conformidad», ha explicado Rodríguez.

Correos en base a una dación de cuentas «absolutamente documentada»

Pidió los correos en base a una dación de cuentas «absolutamente documentada» e iniciada días antes, y ha asegurado que no le sorprendió «nada» que García Ortiz le pidiese que se los reenviase a una cuenta personal de Gmail porque «no va a salir nada de la institución» y se lo estaba reclamando el fiscal general.

Esos correos también se los envió a la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, que comparece tras Rodríguez.

A la espera de su declaración, Rodríguez ha negado algunas afirmaciones que Lastra hizo en su declaración ante el juez, como que, al enviar esos correos, le advirtiese de que los iban a filtrar, y ha mostrado dureza ante un comentario que la fiscal superior le hizo en una reunión el 12 de marzo, tras la publicación en ‘eldiario.es’ de la denuncia a González Amador.

«Esos lo han filtrado», le dijo Lastra con un enfado «mayúsculo» y con «esos» -ha explicado Rodríguez- se refería «de manera muy despectiva» a la Fiscalía General del Estado. La fiscal jefe, ha añadido, no hizo comentarios porque fue una «suposición» sin argumentos.

Se activó la dación de cuentas

Rodríguez ha mostrado su extrañeza por que desde el 7 de marzo que se activó la dación de cuentas hasta el 14, la Fiscalía de la Comunidad de Madrid no diese información sobre el caso, algo que no suele ser habitual, y también ha confesado que le «sorprendió» que el jefe de prensa no conociese dos días antes el procedimiento, cuando ella había dado cuenta a la fiscal superior la semana anterior.

A Pilar Rodríguez las acusaciones le han preguntado por muchos de sus mensajes que se revelaron tras el clonado de sus dispositivos, como uno en el que ironizaba con que daban «ganas de poner cianuro» en la nota de prensa que dio la Fiscalía el 14 de marzo.

Con dureza, la fiscal jefe ha lamentado que se siga indicando que lo que dijo fue que había que poner «un poquito más de cianuro».

«Más es un adverbio que hace mucho daño (…) Lo puso ahí el señor Hurtado», ha señalado en alusión al juez instructor, y ha lamentado las «inventivas» que tuvo que soportar, también de Isabel Díaz Ayuso, poniendo «en solfa» su imparcialidad por haber trabajado en el Ministerio de Justicia en la época de José Luis Rodríguez Zapatero.

La fiscal superior de Madrid apunta a García Ortiz: Le dije, «¿Has filtrado los correos?»

La fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, ha revelado que se encaró con el fiscal general cuando le preguntó, «¿Has filtrado los correos?», a lo que este le respondió que «eso ahora no importa», pero «a mí eso sí que me importaba; se me quedó grabado en el alma».

Lastra se ha referido así este lunes en su declaración en el juicio contra el fiscal general del Estado por un presunto delito de revelación de secretos por la filtración de esos correos sobre un caso de fraude fiscal contra Alberto González Amador.

Así, la mañana del 14 de marzo de 2024, cuando ya se había publicado el contenido de los correos que se investigan, el fiscal general le llamó por teléfono cuando ella iba en el coche.

«No le di ni los buenos días. Le pregunté, ‘¿Has filtrado los correos?’. Entonces me dijo que ‘eso ahora no importa’, pero a mí eso sí que me importaba, a mí si me importaba que se hubieran filtrado los correos; eso se me quedó grabado en el alma», ha asegurado ante la mirada del fiscal general, visiblemente serio.

El fiscal del caso del novio de Ayuso censura que MAR tuviese sus correos

Julián Salto, el fiscal que investigaba el caso de fraude fiscal contra Alberto González Amador, ha asegurado que no entiende como los correos que se investigan, que son «privados», podía tenerlos Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la Comunidad de Madrid.

Salto ha sido el primero de los 40 testigos en declarar este lunes en el juicio contra el fiscal general, que ha arrancado con la fase de las cuestiones previas en las que la Abogacía del Estado ha denunciado que el fiscal ha sido sometido a un «proceso injusto» que le ha sentado en el banquillo tras una «instrucción inquisitiva».

El fiscal Julián Salto. EFE/Borja Sánchez-Trillo

En su declaración, el fiscal ha dicho que pensaba que «por el artículo 5 del Código Deontológico de la Abogacía los correos entre el fiscal y el abogado eran únicamente privados».

Y ha añadido: «Entiendo que no tiene que tenerlo ni el señor González Amador ni el jefe de gabinete de la Comunidad de Madrid».
Miguel Ángel Rodríguez tuvo acceso a un correo de la causa del 12 de marzo que le reenvió la pareja de Ayuso, quien a su vez lo había recibido de su letrado Carlos Neira. Más tarde, el jefe de gabinete lo difundió a un chat de periodistas.