Imagen de archivo de un coche de los Mossos d'Esquadra.

Un médico, al frente de una red de tráfico de hormonas del crecimiento y fármacos dopantes

Barcelona (EFE).- Un médico endocrinólogo, exculturista y «muy influyente» en internet lideraba la red de tráfico de hormona del crecimiento y productos dopantes que los Mossos d’Esquadra desarticularon el pasado 26 de noviembre en varias poblaciones de las demarcaciones de Barcelona y Tarragona.

El dispositivo policial, liderado por la Unidad Central de Consumo y la Unidad Central de Blanqueo de Capitales de la División de Investigación Criminal (DIC), comportó la detención de ocho hombres y una mujer, de entre 34 y 74 años, y la intervención de 40.000 comprimidos, 2.500 viales de hormona del crecimiento y más de 500 pastillas vigorizantes sexuales, así como de 250.000 euros en efectivo.

Patrimonio oculto

Según ha detallado este miércoles el jefe de la Unidad Central de Consumo de la DIC, Santi López, en rueda de prensa la organización blanqueaba los beneficios a través de un «entramado societario y bancario» en diferentes Estados de la Unión Europea (UE), con un patrimonio oculto superior a un millón y medio de euros.

De las nueve personas detenidas, siete estaban directamente vinculadas con el tráfico de medicamentos y dos únicamente con el blanqueo de capitales.

La investigación, aún en fase de instrucción, empezó en enero de este año, cuando la unidad liderada por López recibió un aviso sobre el caso; sin embargo, los inicios de la trama se remontan a 2020.

Imagen de la rueda de prensa publicada por los Mossos d’Esquadra.

El jefe de la Unidad Central de Consumo ha resaltado la «intervención de policías extranjeras» -a través de Europol- en el caso, como la de Estonia, que participó como observadora.

El endocrinólogo, establecido en la provincia de Barcelona y cuyos perfiles en redes sociales se están cerrando por orden judicial, utilizaba su consultoría presencial y en línea para captar a «posibles clientes» que, posteriormente, se derivaban a la compra de los medicamentos ilícitos provenientes de países bálticos.

Los fármacos que utilizaba la trama tanto para terapias hormonales como para la mejora de la condición física -uno de los más destacados por su alto coste y beneficio, la hormona del crecimiento- llegaban a España camuflados como productos cosméticos.

La transferencia de compradores -cuya cifra concreta aún está por conocer, pero que sería «un número elevado» de personas- hacia la vertiente ilegal de la trama se lograba «mediante el uso de aplicaciones de mensajería instantánea», con grupos «cerrados y ocultos».

Imagen facilitada por los Mossos d’Esquadra.

El endocrinólogo prescribía terapias hormonales principalmente a hombres, a pesar de que los valores de los análisis no cumplían los mínimos para la indicación médica de la testosterona; por esto, dirigía a sus clientes a un «contacto de confianza» para que les suministrase el material, que se enviaba a destinos nacionales e internacionales.

El único profesional sanitario involucrado en la trama -hasta la fecha- es el exculturista que ejercía de jefe de la red; el resto de personas involucradas desarrollaban «diferentes funciones», desde «gestionar a nivel logístico todos los pacientes-clientes» hasta «nutrir» a la organización de la hormona del crecimiento.

150.000 dólares en criptoactivos y bienes inmuebles

Si bien en los registros la policía intervino cerca de 250.000 euros en efectivo, también localizaron 300.000 euros en cuentas corrientes y más de 150.000 dólares estadounidenses en criptoactivos localizados en diferentes países de la UE.

Esto, sumado a diferentes bienes muebles -como las cartas de un juego de rol valoradas en unos 200.000 euros o la compra de vehículos de alta gama- e inmuebles relacionados con la trama, reveló un patrimonio oculto de 1,5 millones de euros, entre 2020 y 2024.

«El beneficio de la venta de estos anabolizantes se derivaba a empresas establecidas previamente en países bálticos para distraer los mismos e iniciar, así, un carrusel de movimientos bancarios con diferentes cuentas y sociedades financieras», ha desgranado López.

Coche de los Mossos d'Esquadra.
Coche de los Mossos d’Esquadra. EFE/

Trombosis, ictus o problemas de fertilidad

La rueda de prensa de los Mossos también ha contado con la participación de la jefa clínica del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Bellvitge, Núria Vilarrasa, que ha advertido de los riesgos de tomar estos fármacos sin la indicación correspondiente, así como del riesgo de que estén adulterados cuando se compran fuera del circuito legal.

Realizar tratamientos de este tipo «cuando uno ya tiene una producción de testosterona normal» se relaciona con un aumento de los glóbulos rojos de la sangre: «Si no hay un control, esto podría dar riesgo de trombosis e, incluso, de ictus».

También puede conllevar retenciones de líquidos, trastornos del colesterol y problemas de fertilidad, ya que la toma de testosterona por vía externa «inhibe» la producción interna de esta hormona.

Vilarrasa ha recordado que tanto la testosterona como la hormona del crecimiento se suministran legalmente a través de farmacias u hospitales. EFE