Una concentración en el Día Internacional por la Despenalización del Aborto y la Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos de la mujer. EFE/ David Fernández

Los obispos cargan contra la ley trans y del aborto por su efecto en los jóvenes

Madrid (EFE).- El presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), Juan José Omella, ha cargado este lunes contra las leyes “de profundo calado ideológico” del Gobierno como la ley trans y la reforma del aborto, y ha denunciado que “carecen de fundamento médico y científico” y que pueden comprometer el futuro de los jóvenes.

En el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria, el cardenal arzobispo de Barcelona ha lamentado que en medio de una crisis económica y social “se intentan sacar adelante por la vía rápida” una serie de leyes de “profundo calado ideológico”, sin ser debatidas con sosiego y sin escuchar el parecer de las diferentes instancias científicas y éticas.

En concreto, Omella se ha referido a la reforma de la ley del aborto y la ley trans, que -ha advertido- inciden y afectan a los niños, adolescentes y jóvenes, que están en un proceso vital de madurez.

El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, habló hoy de la ley trans y el aborto
El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, en una imagen de archivo. EFE/Diego Fernández

Contra la futura ley tras

Ha criticado duramente la autodeterminación de género en la futura ley trans que se encuentra en trámite parlamentario y que, al parecer de los obispos, “no tiene fundamento médico ni científico, y supone transformar en ley el mero deseo de personas, en muchos casos jóvenes en proceso de madurez”.

Algo que puede comprometer seriamente su futuro con actuaciones para las que ya no existe vuelta atrás, ha advertido.

En su discurso, el presidente de la CEE ha criticado las ideologías de género a las que ha acusado de provocar “inestabilidad familiar y de identidad”, y el sufrimiento a jóvenes y adolescentes.

Sobre la reforma de la ley del aborto, emprendida por el Ministerio de Igualdad, Omella ha denunciado que se refuerza el derecho del fuerte sobre el débil y cierra los ojos a todos los avances de la ciencia.

Y ha reclamado información y ayudas a las mujeres embarazadas. “Convendría informar sobre las instituciones públicas y privadas que acompañan a las mujeres en este momento importante de sus vidas”, ha reclamado Omella, quien ha dicho que para garantizar la libre decisión de la mujer es imprescindible una previsión presupuestaria de rentas mensuales para que las mujeres con un embarazo no deseado puedan llevar a cabo la crianza de sus hijos.

“Todos contribuimos igualmente con nuestros impuestos y, por ello, exigimos que el Estado ofrezca una cobertura social activa de la vida”, ha reclamado.

Precariedad e incertidumbre

Omella ha reclamado también a políticos y agentes sociales un acuerdo para superar juntos las dificultades actuales y ha enumerado algunos de los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad, como la precariedad y la incertidumbre que provocan que más de 13,1 millones de personas estén en riesgo de pobreza o exclusión en España.

En este sentido, ha denunciado que los procesos y trámites de las peticiones de ayuda “se demoran y eternizan” e incluso a veces los solicitantes ya no pueden beneficiarse de ellas porque mueren antes de recibirlas.

“El Estado debería ser capaz de agilizar los trámites. La lenta y complicada burocracia no hace más que añadir sufrimiento”, ha lamentado Omella, que ha recordado que 46.300 personas dependientes murieron el año pasado a la espera de atención.

Se ha referido a los dos millones de mayores de 65 años que viven solos para reclamar un gran pacto de rentas que permita a las familias superar con cierta dignidad “este tiempo de travesía por el desierto”.

Economato de Cáritas en Madrid
Un grupo de personas espera ayuda en un economato de Cáritas en el distrito madrileño de Tetuán. EFE/Rafael Cañas

Y ha criticado también los precios del alquiler, que registran máximos históricos en todas las ciudades, lo que sumado a la precariedad laboral y a la falta de una política activa de vivienda provoca que los jóvenes no pueden formar una familia.

“A consecuencia de ello crece el invierno demográfico en España, donde el año pasado vinieron al mundo 336.247 niños, cuando en 2008, en plena crisis financiera, nacieron 519.779 bebés”, ha lamentado.

Ha invitado a políticos y agentes sociales a superar juntos las dificultades del momento presente. “Es la hora de los hombres y mujeres de Estado que miran a largo plazo, de los que se atreven a tomar decisiones importantes para asegurar el bien y la prosperidad para las próximas generaciones y no el rédito partidista inmediato”.

Y ha lamentado que “las respuestas políticas se atascan y no fluyen para encontrar soluciones a los graves problemas sociales”, mientras no hay una voluntad de trabajo en común.

El nuncio pide reforzar las políticas de natalidad y el apoyo a las familias

El nuncio apostólico, Bernardito Auza, ha pedido a España que refuerce las políticas de apoyo a las familias y a la natalidad debido al saldo vegetativo negativo que padece el país desde hace años y ha destacado el importante papel de la inmigración y la necesidad de gestionar adecuadamente el flujo migratorio.

Durante su discurso en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Auza ha advertido de que la realidad demográfica española indica la doble necesidad de políticas que permitan a las familias superar los desafíos reales, y les faciliten tener y criar a sus hijos.

Ha hecho una defensa de la familia y ha dicho que “urge” apoyarla en el contexto de “invierno demográfico”, que es una realidad en España.

En este sentido, ha recordado que según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer semestre de este año nacieron 158.816 bebés y fallecieron 234.225 personas, con un saldo vegetativo negativo de más de 75.000 en solo seis meses.

Sin embargo, el nuncio apostólico en España ha destacado la importancia de los inmigrantes, que llevan a España a un ligero incremento demográfico y ha reclamado políticas para gestionar “en toda legalidad y humanidad el flujo migratorio y promover el conocimiento de una sociedad, que de hecho es siempre más multirracial, multicultural y también multireligiosa”.

Ha subrayado la necesidad de un ambiente familiar sano y acogedor “en la valoración y floración de la vida” y ha subrayado que este contexto previene que muchas personas, en particular los jóvenes, decidan acabar su vida mediante el suicidio.

Ha recordado que ésta es la principal causa de muerte no natural en España con 10 fallecidos al día y 200 intentos.

“El suicidio no es una tragedia sólo del individuo, tampoco lo es sólo de la familia y de los amigos: es de toda la Iglesia; es de toda la sociedad; es de toda la humanidad”, ha asegurado.