Mérida (EFE).- La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha supeditado el apoyo de su formación a la investidura del socialista Guillermo Fernández Vara como presidente del Ejecutivo regional a la firma de “un acuerdo de gobierno de progreso”.
De Miguel, que espera reunirse con Fernández Vara en los próximos días para abordar esta oferta, ha advertido de que no Unidas no piensa “regalarle” sus votos.
El documento que harán llegar este jueves a los socialistas persigue, en resumen, según la diputada, avanzar hacia una Extremadura más progresista, con más derechos para la ciudadanía, y una apuesta por los servicios públicos, sobre todo en zonas rurales.
Trece propuestas
El acuerdo que ha planteado Unidas incluye trece medidas en energía, agricultura, forestales, sanitarias, educativas, en servicios sociales, transporte, vivienda pública, igualdad o para el despliegue de la Ley de Memoria Histórica y Democrática, algunas de ellas coincidentes con algunas del PSOE.
A su juicio, es “plenamente asumible por el Partido Socialista”.
“No tengo la menor duda que si el verdadero objetivo es Extremadura y son los extremeños y las extremeñas las izquierdas de esta región sabremos ponernos de acuerdo mucho antes de lo que lo va a hacer la derecha”, ha señalado.
De Miguel ha defendido la necesidad de llegar a un acuerdo cuanto antes para que haya un gobierno lo más estable posible, ya que la región no puede estar paralizada durante seis meses cuando está “a punto de perder 400 millones de euros de fondos europeos”.
Aunque antes de las elecciones autonómicas abogó por que Unidas estuviera representada en un posible gobierno con el PSOE, ha asegurado este miércoles que los “sillones” no son ahora una “prioridad”.
A pesar de su disposición a un acuerdo para la investidura de Fernández Vara, cree que ésta también obedece a una estrategia nacional del PSOE para “acorralar al Partido Popular para que pacte cuanto antes con Vox.
El peor escenario: el acuerdo PP-Vox
El “peor escenario” para ella, más que repetir elecciones, que lo ve posible, sería un gobierno fruto de un acuerdo entre la derecha y la extrema derecha y ver al líder regional de Vox, Ángel Pelayo, al frente de alguna consejería o como vicepresidente marcando las políticas de Extremadura, lo que le “aterra” a la vista de lo que está haciendo Vox en otras comunidades autónomas.
También se ha referido a las declaraciones de la presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola, sobre violencia machista, inmigración y LGBTI, al término de la sesión constitutiva del martes en la Asamblea.
A su juicio, “muestra mucho cinismo y lo único que pretende es blanquear al Partido Popular de cara al 23J porque les interesa después de los acuerdos que han llegado en Valencia y en Baleares con Vox”.
En este sentido, ha recordado que tienen en sus filas a “franquistas reconocidos” como el alcalde de Guadiana (Badajoz), Antonio Pozo, que procede de Vox, y el pacto que ha firmado recientemente el PP con la formación de Santiago Abascal en Navalmoral de la Mata (Cáceres).
Y que Guardiola había propuesto a Vox la puesta en marcha del pin parental, lo que supone, a su juicio, “tirar a la basura los valores de inclusión, de igualdad y de diversidad”.
Según De Miguel, PSOE, PP y Vox solo están pensando en las elecciones del 23J.