EFE/Jero Morales

Los ministros de la UE proponen que la cultura sea “piedra angular del proyecto europeo”

Cáceres (EFE).- Los ministros de Cultura de los estados miembros de la Unión Europea han mostrado este martes su compromiso público en favor de ésta “como piedra angular del proyecto europeo”, ya que “la cultura son derechos, libertad, progreso y, sobre todo, democracia”.

Así se recoge en la Declaración de Cáceres, firmada con motivo de la reunión informal que se ha celebrado en esta ciudad extremeña en el marco de la Presidencia española del Consejo de la UE y en la que se recuerda que todavía “resuenan y nos duelen los ecos de la guerra en el corazón de Europa” y condena “sin matices” la agresión injustificada de Rusia contra Ucrania, su pueblo y su identidad cultural.

En esta declaración se recoge el objetivo de situar la cultura “al más alto nivel político y en lo sucesivo considerarla como un bien público esencial”, porque “la vida sin cultura es mera supervivencia”.

Por ello, “desde esta ciudad Patrimonio Mundial de la Humanidad”, se comprometen a trabajar por que la cultura sea “un elemento crucial de las políticas en favor de sociedades pacíficas, justas e igualitarias”.

Los ministros destacan que la cultura “juega un papel esencial” en la construcción de sociedades democráticas y en el desarrollo personal de la ciudadanía.

“La cultura es esencial para lograr sociedades más sanas, justas, críticas, libres, tolerantes, integradoras e igualitarias”, recoge la Declaración de Cáceres, en las que los Estados se comprometen “sin anticiparnos a los próximos debates post-2030, a trabajar para que sea reconocida en sí misma como un nuevo objetivo de desarrollo sostenible”.

También, recordando palabras de Federico García Lorca, resalta el papel de la cultura “en la construcción de personas más sabias, libres y felices, y nos comprometemos a trabajar por ellas”.

En la declaración también se señala que cuando parece que la pandemia de la Covid-19 “empieza a ser cosa del pasado”, hay que recordar la forma “en la que la cultura se reveló imprescindible en aquellos días tan duros”.
Para los 27, la cultura es fuente de bienestar y riqueza, forma parte de la identidad europea compartida y de la identidad de cada uno de los países que representan.

“La cultura es irrenunciable, porque está en el corazón de nuestra historia y porque siembra el camino para el futuro, nos salva y nos separa del odio, la intolerancia y la barbarie”, remarca el texto.

La Declaración de Cáceres también incide en el compromiso con la libertad de los creadores y las creadoras, con sus derechos, sus condiciones de trabajo, la participación y el acceso, que han de formar parte siempre de los objetivos de todos los poderes públicos.

Asimismo resalta la Cultura como elemento clave en la lucha contra el cambio climático, como elemento esencial de desarrollo económico y “en definitiva” como un derecho de la ciudadanía que los poderes públicos y cada individuo tienen la obligación de salvaguardar.