Mérida (EFE).- La Guardia Civil ha detenido a un vecino de la localidad de Calamonte (Badajoz) como presunto autor del homicidio doloso de un varón, vecino del municipio de Cala (Huelva), que fue encontrado malherido en la plaza del municipio extremeño el 16 de diciembre y que falleció finalmente el pasado miércoles.
Según ha informado la Delegación del Gobierno, desde el pasado día 17 de diciembre agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Mérida investigaba la agresión sufrida por un vecino de la localidad onubense mientras se encontraba en un establecimiento público de Calamonte.
Supuestamente la víctima había sido agredida por otra persona, quien le propinó golpes en la cabeza provocándole lesiones de extrema gravedad, ausentándose del lugar de los hechos.
Tras ser asistida por los servicios de emergencia y valorado en el centro hospitalario de Mérida, fue trasladado al Hospital Universitario de esta capital, quedando ingresado en estado de “coma” en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde tras once días de atención médica, falleció el pasado miércoles.
Con las diferentes actuaciones practicadas y manifestaciones obtenidas en el transcurso de la investigación para tratar de identificar y detener al autor de la acción delictiva, los agentes hallaron indicios suficientes para poder implicar en los hechos a un Calamonteño.
Con las pruebas incriminatorias, en la mañana de hoy ha sido localizado y detenido en su localidad de residencia, instruyéndole diligencias por un supuesto delito de homicidio doloso y será puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Mérida
Sus compañeros de trabajo piden “justicia” por la “salvajada”
El centro especial de empleo “La Hormiga Verde”, de Villafranca de los Barros, en el que trabajaba el fallecido ha emitido un comunicado para pedir justicia por una salvajada” que “debe ser castigada con dureza”.
En un escrito publicado a través de sus redes sociales, ha informado de la muerte de su compañero, que tenía 45 años y dos hijos, tras sufrir “la violenta agresión de una ‘persona’, que le propinó un puño en la cabeza y estando en el suelo de pegó patadas que hicieron que se desangrase”.
Según lo manifestado por el centro, el fallecido “tenía varias operaciones en la cabeza y en el cerebro” y una discapacidad, por lo que “la agresión le dañó gravemente”, tras la que “cayó en coma y no ha despertado”.
“Lo vamos a echar mucho de menos, era un gran trabajador y mejor persona”, han añadido, pidiendo que “que se haga justicia” y calificando los hechos “violencia gratuita”.
Para el centro en el que trabajaba, “los medios de comunicación se deberían hacer eco de estas salvajadas” y la historia de su compañero “merece ser difundida y que su muerte no sea en vano”.
