Kiev (EFE).- Después de varias semanas de relativa calma lejos del frente, Rusia lanzó esta pasada madrugada un nuevo ataque masivo sobre diez zonas distintas de Ucrania, incluidas la capital, Kiev, en el que algunos observadores han descrito como el mayor bombardeo ruso desde el inicio de la invasión.
El ataque ha dejado al menos nueve muertos, cinco de ellos en la región de Leópolis, en el oeste del país, otro fallecido en Dnipropetrovsk, en el sureste y otros tres en la región de Jersón.
En las afueras de la ciudad de Kharkiv, los lugareños se reunían este jueves alrededor de un cráter de bombardeo después de que un cohete impactara en el barrio de Pisochyn. El Ministerio de Defensa del país confirmó que 34 misiles de crucero fueron derribados. Según el operador nuclear ucraniano Energoatom, la planta de energía nuclear (NPP) de Zaporizhzhia perdió energía como resultado de los ataques con misiles y estaba funcionando con generadores diesel.