Pekín (EFE).- China paralizó su capital este miércoles para mostrar poderío armamentístico en un desfile militar en el que el presidente chino, Xi Jinping, flanqueado por sus homólogos ruso y norcoreano, Vladímir Putin y Kim Jong-un, sentenció que «el gran rejuvenecimiento de la nación china es imparable».
La llegada de los tres mandatarios a la plaza de Tiananamen dio paso a 80 salvas que simbolizaban cada año pasado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, previas al izado de la bandera de la República Popular y a la solemne interpretación de su himno nacional.
Un grupo de soldados participa en el desfile del 80 aniversario de la rendición de Japón en la IIGM celebrado en Pekín este miércoles. EFE/Alexander Kazakov/Sputnik/Kremlin