Vigo (EFE).- Las mariposas de la portada de ‘El albatros negro’ sobrevuelan la calle Príncipe de Vigo, en el centro de la ciudad que vio nacer a la escritora María Oruña, quien ha obligado a ampliar el horario de la feria del libro para cumplir con los lectores que hicieron cola para firmar los ejemplares de su última novela, una obra que está «superando» sus expectativas.
Así lo ha indicado la autora tras su tercera firma de libros en Vigo desde que publicó esta novela que trae al presente el pasado corsario de la ciudad gallega.
El libro lleva 17 semanas a la venta, la autora ha pasado por otras tantas ciudades y suma más de 50.000 ejemplares vendidos.
«Desde mediados de febrero -antes de que se publicara- ha sido un no parar, bastante agotador, pero muy bonito y gratificante», ha indicado a los periodistas bajo las mariposas que habitan ahora la calle Príncipe.
Oruña ha confesado que «estaba un poco nerviosa con los lectores vigueses por cómo se tomaban el pasado corsario de la ciudad» y se ha congratulado de que su respuesta, el «feedback», esté siendo «genial».
Redescubrir la ciudad
Ha asegurado que lo que más le «emociona es cuantísima gente de Vigo está redescubriendo la ciudad, visitando enclaves que tenía olvidados o no conocía y recuperando el patrimonio histórico», esa «idiosincrasia viguesa» que parecían tener «un poco apartada».
Al público local se suman los lectores turistas que le dicen que llegan a Vigo para comprobar que las localizaciones de su novela existen, porque parece que «no se lo creen», así que acuden a la urbe más poblada de Galicia «como exploradores, como viajeros del tiempo».
Oruña ha contado que «la gente entiende que los libros están vivos», se llevan sus ejemplares de paseo por la ciudad -«y mira que son gruesos»-, siguen los mapas que incluye y suben a las redes sociales vídeos con esos descubrimientos.
«El libro está superando las expectativas», ha admitido la escritora, quien ha recordado que «la vida media» de una obra en el mercado puede estar en dos o tres meses, pero la suya «ya va por una tercera edición después de un primer lanzamiento con una impresión altísima».
Por eso le recuerda a otros libros suyos que «tienen tendencia al ‘long seller'» -sigue vendiéndose durante mucho tiempo-, que es, según ella, «lo difícil», fruto del «boca-oreja», de que son los propios lectores los que hacen que la novela «se sostenga» por sí misma.
A Oruña, lo que «más gusto» le produce es ver cómo «muchísima gente» le escribe cada semana para contarle que le apena que se acabe la historia y siente nostalgia por sus personajes, y se da «por satisfecha» si con su primera novela ambientada en Vigo ha logrado «generar interés» por su propia ciudad.
Una urbe, ha dicho, «de luchadores, de supervivientes, de gente que vivía de la mar y hacía lo que podía contra todas las invasiones» que sufría, que eran «bestiales». EFE
