José Carlos Rodríguez I
Santiago de Compostela (EFE).- María Jorge, Anaïs Barber y Pedro Fariñas son las tres patas de Caldo, la banda gallega que bebe del folclore y que entre juerga y foliada muestra su “humilde compromiso” con el “patrimonio inmaterial” que Galicia atesora, tal y como demuestra en su primer álbum de estudio, “Lugar A Ponte”.
“Hay un descuido enorme por parte de las instituciones”, apunta María (violín) en una entrevista con Efe. Su compañera Anaïs (voz y panderetas) le da la réplica y señala que en Galicia ha habido de forma general “cierto rechazo” e incluso “ignorancia” respecto a la música tradicional, porque no se dio una labor real de promoción.
“A veces tocando en Vigo nos sentimos exóticos. Mucha gente se sorprende. Y lo que hacemos es algo que siempre estuvo”, sostiene Pedro (guitarra y gaita).
Que la música tradicional gallega está viviendo un buen momento nadie lo duda, pero que eso se traduzca en apoyos por parte de la industria o de los programadores es algo que pone en duda este trío musical, originario de la comarca del Val Miñor.
Los tres concuerdan que si bien el fenómeno de Tanxugueiras y la labor de otros artistas que han mirado hacia el folclore han podido influir en “cómo nos miran” desde fuera o ha podido despertar cierto “interés” por parte del público hacia la música tradicional, eso no se ha traducido en un cambio de modelo en la industria musical.
Sin embargo, eso no desanima a Caldo. María, Anaïs y Pedro se conocen desde hace años y llevan haciendo música popular juntos casi desde entonces, algo que no van a dejar de hacer ahora.
“La música tradicional nace de la comunidad y es para la comunidad. La razón de que nosotros hagamos música es que nos gusta reunirnos, quedar un sábado por la tarde y hacerlo en la cotidianidad de la vida. No queremos que esto se pierda por el hecho de sacar un disco en 2023”, explica María.

REGRESO A LOS ORÍGENES
Con su primer álbum de estudio, compuesto de diez temas y producido por Cernadas (crnds), la banda da buena cuenta de eso. Y es que a pesar de no ser un disco conceptual, “Lugar A Ponte” habla de las distintas sensaciones que se desarrollan en el hogar y cierra una etapa de Caldo regresando a sus orígenes, a la casa -el nombre del disco alude a esa dirección- en la que Pedro y Anaïs vivieron y en la que se fraguaron la mayoría de temas del trío.
Variado en sonoridades y estilos, el álbum cuenta además con la colaboración de otros artistas como el zanfonista Germán Díez, el cordista portugués Luis Peixoto o el saxofonista Diego Alonso, además de las pandereteiras Claudia Abril, Marta Collado y Flor Díez.
“La revelación en este momento está siendo la voz de las pandereteiras. En los 90 fueron los gaiteiros. Siempre se colocó la gaita en el centro de la música popular como símbolo de Galicia y las pandereteiras fueron un poco las olvidadas. Ahora están saliendo a relucir”, señala Pedro.
Además de incluir sonoridades novedosas -se incorpora la gaita-, Caldo interviene en la mayoría de las letras de las composiciones musicales, adaptándolas al siglo XXI y a las nuevas sensibilidades.
“No tiene mucho sentido ahora mismo mantener una letra que hable de un carro de bueyes. Aunque hay temáticas bastante actuales en las letras antiguas, están bastante escondidas. Mola traerlas un poco a cómo se habla ahora o a conceptos más actuales”, señala Anaïs.
Ahora bien, no se olvidan de los que tienen detrás, de esas “informantes” y de todas esas personas que fueron registrando, a lo largo de los años, en cancioneros, documentales y otros recursos, un cachito de la Historia de Galicia.
“Se trata de darle a las cosas la importancia que tienen. Estamos hablando del trabajo de muchísima gente. Soy consciente de que todo el material con el que trabajo, absolutamente todo, es un regalo que una gente comprometida con Galicia y con su patrimonio inmaterial me ofrece”, apunta María.
Caldo presentará su nuevo disco en Santiago, el 9 de junio en e Teatro Principal. EFE