Los acusados, este lunes en la primera sesión del juicio en la Audiencia de Palma. EFE/Miquel A. Borràs

Aplazado el juicio por tirar a una bebé a la basura ante las dudas en el título del perito

Palma (EFE).- El juicio con jurado popular por la muerte de una recién nacida arrojada a un contenedor en Porto Cristo (Mallorca) ha quedado aplazado hasta el próximo miércoles, después de que la magistrada haya informado de que uno de los peritos que declaró el martes podría no estar titulado en Medicina.

El perito Carlos Cuadrado Gómez-Serranillos, condenado por estafa en la venta de unos cursos, como ha avanzado la prensa local, intervino en la víspera en el juicio a propuesta de la defensa de la madre de la recién nacida, fallecida en noviembre de 2023.

Dijo que no respiró al nacer

La magistrada-presidenta del Tribunal del Jurado ha acordado suspender cuatro días la vista a la espera de nueva documentación y nueva prueba, tal y como está previsto en la ley del jurado, con el fin de validar si el perito que insistió en que la niña nació muerta está habilitado para ejercer como médico forense.

Según han informado fuentes del TSJIB, el próximo 5 de noviembre la magistrada se volverá a reunir con las partes personadas en el procedimiento.

La Fiscalía pide la condena de prisión permanente revisable para la madre de la neonata y para un tío de la bebé que, según relató una vecina, depositó en una basura la placenta y el feto envuelto en unos paños, mientras la mujer esperaba en un coche, sin ropa íntima y tapada con una toalla ensangrentada.

En la víspera, el presunto perito forense defendió, en base a los datos objetivos y la información de los expedientes médicos y la autopsia, que la recién nacida no respiró al nacer ni tenía posibilidades de sobrevivir fuera del útero de su madre.

El juicio debía reanudarse este miércoles a las 9.30 horas, pero ha quedado suspendido a la espera de que el tribunal reciba la documentación que acredite que el perito está realmente habilitado para ejercer como tal.

Los hechos que se juzgan se remontan a noviembre de 2023, cuando la principal acusada, que se hallaba embarazada de entre 26 y 27 semanas, inició espontáneamente el proceso de parto en el interior de un vehículo que conducía su cuñado, también acusado de matar a la recién nacida.

El ministerio fiscal sostiene que, una vez la mujer había dado a luz a la bebé, de común acuerdo con el tío de la bebé, y siendo ambos plenamente conscientes de que la criatura estaba viva, la progenitora entregó la niña al encausado para que detuviese el coche y la arrojase a un contenedor de basuras en Porto Cristo.

Además, una tía de la recién nacida también está procesada por un delito de omisión de deber de socorro.