Logroño, 22 mar (EFE).- Las dos forenses que realizaron la autopsia a Álex, el niño de 9 años presuntamente asesinado tras ser agredido sexualmente en Lardero (La Rioja), han constatado este miércoles que la causa de la muerte fue la asfixia, tras una agresión ejercida con violencia extrema y brutalidad.
Estas médicas han declarado en la tercera jornada del juicio con tribunal popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño contra Francisco Javier Almeida, considerado presunto autor del asesinato y agresión sexual del menor el 28 de octubre de 2021, mientras se encontraba en libertad condicional.
Las dos forenses del Instituto de Medicina Legal de La Rioja, quienes también tomaron muestras biológicas del cadáver antes de su levantamiento, han explicado que el niño no tenía en el cuerpo lesiones de tipo erosivo que sugieran que hubo algún tipo de lucha o defensa frente a su agresor.
A partir de las lesiones en el cuello del pequeño, concluyeron que la muerte se produjo por “compresión”, lo que le provocó una hemorragia en el oído izquierdo; y también encontraron sangre en ambos orificios nasales.
Han insistido en que la presión ejercida sobre el cuello fue muy fuerte porque las hemorragias eran muy intensas, mucho más que las lesiones producidas tras un ahorcamiento, una causa de muerte en la que han dicho que tienen experiencia en autopsias.
Todos los moratones que tenía Álex en la cara, cuello y tórax se produjeron en vida, muchos de ellos por sujeción o inmovilización, según han interpretado en su informe.
COMPRESIÓN INTENSA Y PROLONGADA
También han indicado que el agresor presionó, con mucha fuerza y un tiempo prolongado, con el antebrazo sobre el cuello del niño, con una compresión muy intensa, que habitualmente hace perder el conocimiento en un plazo de entre 5 y 8 segundos.
Sin embargo, han matizado que esta pérdida de conocimiento no fue rápida porque hay lesiones causadas por la erosión de la ropa del pequeño sobre su piel, provocadas por el movimiento del niño al intentar un mecanismo de huida.
“El agresor no hizo la fuerza suficiente en el primer momento como para provocar su muerte”, ha concluido una de las forenses tras analizar las lesiones, tanto internas como externas.
En este sentido, el abogado defensor le ha preguntado si esas marcas “podrían ser compatibles con taparle la boca al niño para evitar que gritase, no para matarle”, pero una de las doctoras ha puntualizado que ella no puede valorar la intencionalidad de los actos.
Además, han detallado que encontraron en el cuerpo del niño marcas de sujeción sobre una superficie firme, como el suelo o una pared; y en su mano había una equimosis o pequeño hematoma de aspecto digitado, lo que les llevó a pensar que su agresor le inmovilizó.
En este juicio, el fiscal y las acusaciones particular, por la familia de Álex, y la popular, representada por la Asociación Clara Campoamor, exigen para Almeida prisión permanente revisable por el delito de asesinato y 15 años de cárcel por el de agresión sexual. Su defensa pide la absolución.