Logroño, 6 ago (EFE).- Cerca de 3.000 personas han acudido este domingo a la Ermita de la Santa Cruz de la villa riojana de Quel, de cuyo balcón se han lanzado casi 3.000 tortas de pan y 75 kilos de queso, como si de una lluvia se tratara, en una tradición que se revive desde finales del siglo XV en este municipio riojano.
Una tradición que comienza de mañana, cuando los vecinos de la localidad han subido en procesión hasta la ermita, tras cuya eucaristía los miembros de la Cofradía de la Transfiguración del Señor han procedido al lanzamiento de las tortas y el queso, troceado y envuelto en papel de aluminio.

Niños y mayores de todas las edades no han querido faltar a la cita y se han agolpado para recoger el pan y el queso, algunas veces entre empujones, en una tradición documentada desde 1479, cuando la población de Quel quedó mermada por una epidemia de peste a la que solo sobrevivieron 17 de sus 50 habitantes.
El pueblo estaba a punto de desaparecer y los vecinos se creyeron castigados por sus pecados por lo que decidieron pedir perdón y acabar así con la peste, para lo que salieron en procesión desde la Iglesia Mayor de la localidad hasta la ermita, cruzando en su recorrido todo el pueblo.
Con ellos, llevaron trece candelas, conocidas también como hachas, en honor a once santos de la zona, a la Virgen María (representada en Quel por la Virgen de la Antigua) y al Santo Cristo.
Las velas fueron consumiéndose, pero aquellas consagradas a la Virgen y a Jesucristo resistieron más que las demás; además, tras la procesión, la mortandad por peste en la Villa de Quel cesó y los vecinos atribuyeron este hecho a un milagro divino.
En agradecimiento, decidieron fundar una Cofradía y hermandad (de la Transfiguración del Señor, conocida popularmente como “Del Pan y Queso”) con trece miembros, uno por candela, y acordaron mantener la tradición de la procesión, en la que se saca a la Virgen de la Antigua, y tras ella ofrecer alimento a los vecinos del pueblo, con lo más “socorrido” de la época, pan y queso.