Rebeca Palacios |
Madrid (EFE).- Los pintores Carlos López Garrido y Larry Karlin pincelan en directo, en el expositor de La Rioja en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid, grandes lienzos con pigmentos extraídos de vino tinto con los que muestran los mejores reclamos enoturísticos riojanos.
Cuando concluye Fitur 2024, que se celebra del 24 al 28 de enero, estos dos artistas completarán hasta 31 ilustraciones con los motivos más icónicos del patrimonio, la gastronomía, el paisaje, el folclore y la artesanía de La Rioja.
Paisajes con viñas, los danzadores de Anguiano, barricas en una bodega, la batalla del vino de Haro, los monasterios de Suso y Yuso de San Millán de la Cogolla y el claustro de Santa María la Real de Nájera son algunas de las imágenes que ya han completado estos dos pintores.
Además, en los próximos días prevén ultimar cuadros con otros motivos, como un bodegón con productos de la huerta riojana, una artesana que elabora alpargatas, el Picuezo y la Picueza de Autol, el puente de piedra de Logroño y racimos de uvas.
Pintura en directo
La Rioja ha estrenado esta edición de Fitur un estand muy amplio y luminoso de 500 metros cuadrados, abierto a cuatro calles, por lo que muchos de los visitantes que cruzan el pabellón 9 de IFEMA se paran a observar el proceso de pintura en directo de estos dos artistas.
El expositor cambia cada día, ya que al finalizar la jornada incorpora un nuevo motivo para atraer a los turistas a la región, donde pueden disfrutar planes como la imprescindible ruta de pinchos por la popular calle Laurel de Logroño, que también aparece ilustrada en este espacio.
El logroñés Carlos López Garrido y el neoyorquino Larry Karlin han relatado a EFE que han tenido que interrumpir su tarea estos días para responder continuamente a los visitantes, quienes, incrédulos, no dejan de preguntarles si los pinceles están impregnados realmente con vino.
“En realidad utilizamos un pigmento elaborado con vino tinto, que le da más consistencia a las pinceladas y permite obtener un mejor trazo para las sombras”, ha indicado Karlin, afincado en Logroño desde hace 18 años.
Pinceladas con fuerza
Con esta concentración vinícola consiguen dar “más fuerza” a cada pincelada, ya que solo con el vino quedarían diluidas.
Además, este material les permite corregir algún defecto, ha precisado este pintor, mientras completa un lienzo gigante con el clásico pincho de champiñón a la plancha coronado por un gamba.
Su compañero López Garrido ya había trabajado en otras ocasiones con vino, pero sobre papel, que es muy diferente a pintar sobre lienzo, ya que la tela absorbe más el pigmento y obliga a dar muchas más pinceladas.
En función del tipo de lienzo, el vino resbala hacia abajo con más facilidad y supone “un problema”, aunque este pintor consigue arreglar esas lágrimas a lo largo del proceso.
“El poso del vino permite obtener tonos de mayor densidad”, ha asegurado este artista, quien no duda en prestar los pinceles a los curiosos que se acercan a observar su trabajo, que “no esperan encontrar en Fitur una galería de arte con pintura en directo”.
Aunque el vino no dura demasiado dentro de una copa, sobre estos lienzos se le prevé una durabilidad de varios años, por lo que todos estos cuadros podrán volver a utilizarse en otras ferias de turismo para mostrar los mejores atractivos de la comunidad.
