Logroño, (EFE).- La familia de Javier Márquez trata de mantener el ánimo cuando se cumplen 18 días de su desaparición en Logroño y, aunque sus portavoces familiares reconocen que la situación es complicada, están convencidos de que «cada día es un día menos para verle».
Así lo ha explicado a los periodistas la portavoz de la familia, Noelia Pascual, quien, un día más, ha coordinado a una treintena de voluntarios, que se han repartido por diferentes zonas de la ribera del Ebro en Logroño y por la ciudad para buscar al joven, quien desapareció en la madrugada del pasado 2 de marzo, después de despedirse de unos amigos en una zona del Casco Antiguo de la capital riojana.
Los voluntarios se han distribuido en pequeños grupos, con especial protagonismo de los especialistas en montaña, que acuden desde Santo Domingo de la Calzada, donde reside la familia del joven, y que son quienes recorren las zonas de más difícil acceso en el entorno del río.
«Hay que seguir dando vueltas por estas zonas, aunque el que tenga otra propuesta lo puede decir, y también hay que seguir pegando carteles», ha explicado Pascual, flanqueada por uno de los tíos del joven, Francisco Villaverde.
El ánimo está bastante bien
«El ánimo lo seguimos teniendo bastante bien» porque «tenemos tan claro que vamos a encontrar a Javier que seguimos bien», ha añadido Pascual.
Ha incidido en el trabajo de búsqueda que realizan las fuerzas y cuerpos de seguridad, centrado en el entorno del río Ebro, con diferentes unidades, algo que para ellos bueno porque saben que «están muy involucrados y están haciendo lo posible».
Sin embargo, ha asegurado que no conocen nada de las diferentes líneas de investigación y «eso te hace un poco de mella a veces», pero esperan que haya avances en breve y que «cada día sea un día menos para ver a Javier».
