Vista del yacimiento de Valbuena, Logroño, una de las zonas que se beneficiarán de la reordenación total de una zona de la capital riojana a través del proyecto Logroño 1521. EFE/Raquel Manzanares

Logroño 1521 cambiará el trazado de la calle Norte y creará dos aparcamientos subterráneos

Logroño, 27 jun (EFE).- El proyecto urbanístico Logroño 1521 servirá para reordenar el entorno de el cubo de El Revellín, el parque del Ebro y el acceso al Casco Antiguo y supondrá cambiar un pequeño tramo del trazado de la calle Norte y construir dos aparcamientos subterráneos.

Estos son dos de los detalles del proyecto, cuyas líneas principales han presentado el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, y el arquitecto que ha diseñado la iniciativa, Jesús Ulargui.

“Esta es una oportunidad para transformar el corazón de Logroño”, ha explicado el alcalde, que ha recordado como diferentes corporaciones anteriores idearon proyectos para la zona y, finalmente, es ahora cuando se va a poner en marcha un plan que abarcará más de una legislatura, quizás hasta ocho años, ha detallado.

El alcalde y el arquitecto han coincidido en que es necesario reordenar un espacio que sirve de entrada y salida a la ciudad, especialmente para los peregrinos, y que también supone la comunicación entre el casco antiguo y el parque del Ebro.

Un espacio ocupado en la actualidad por dos aparcamientos en superficie (tres en realidad, aunque uno dividido en dos parcelas), los tres grandes edificios que pertenecen al Ministerio de Defensa, la calle Norte y algunos edificios de viviendas.

Además, esta zona comunica también con los restos arqueológicos del convento de Valvuena, que diferentes corporaciones han tratado de hacer visitables, sin éxito.

“Vamos a aumentar los espacios arqueológicos, las zonas verdes e itinerarios ciclistas, priorizando lugares de encuentro y disfrute en el corazón de la ciudad”, ha destacado el alcalde que ha incidido en que los dos aparcamientos subterráneos conllevarán ganar, en superficie, más de 26.000 metros cuadrados de zonas verdes.

Escobar ha destacado el carácter “respetuoso” que va a tener todo el proyecto “con el esfuerzo hecho por anteriores corporaciones” aunque ha recalcado que “se va a realizar una intervención integral, funcional y flexible” y aunque “se impulsa esa zona, gana toda la ciudad”.

El alcalde ha incidido en la importancia de esta iniciativa para el patrimonio “porque el entorno del Revellín y de Valbuena es uno de los espacios con más historia de la ciudad” y es “imprescindible recuperarlo, potenciarlo y darlo a conocer como se merece tanto a logroñeses como a visitantes”.

El plan de actuaciones previsto por la concejalía de Arquitectura se desarrollará en 3 fases, la primera, este mismo año, con el diseño de todo el proyecto y el inicio de la excavación arqueológica en los Jardines de Juanita Madroñero y frente a los Palacios de Intendencia.

Una vez realizados los correspondientes trabajos arqueológicos y, adaptándose en función de los resultados, se construirá un aparcamiento subterráneo para liberar el espacio y crear una gran zona verde; también se prevé recuperar, en la medida de los posible, el foso original de las murallas del Revellín.

Segunda fase a partir de 2027

Y comenzará el cambio de trazado de la calle Norte con la desaparición de la conexión que ahora la une a la fuente de Murrieta, para lo que se desviará el tráfico por la calle comandancia.

La segunda fase, probablemente desde 2027, desplazará la Calle Norte haciéndola pasar por detrás de los Edificios de Intendencia, entre dichas edificaciones y los restos arqueológicos de Valbuena, permitiendo ampliar las aceras y dando solución a los itinerarios peatonales en el entorno de Barriocepo.

Con ese cambio se podrá dar una mayor amplitud al entorno del Cubo del Revellín y sacar a relucir los restos arqueológicos del Palacio de la Inquisición, que en adelante formarán parte del entorno.

La tercera y última fase consistirá en la finalización de las excavaciones arqueológicas en el cementerio de la peste que tuvo Logroño, para luego construir un segundo aparcamiento subterráneo que hará que el estacionamiento libre actual se convierta en una zona verde.

En paralelo, también se iniciarán los trabajos de recuperación de los amurallamientos que rodean Valbuena, así como su integración en el paisaje urbano junto a los restos del Palacio de la Inquisición y del Cubo y murallas del Revellín.

Escobar ha incidido en su objetivo de crear, finalmente, “un salón urbano en el que redescubrir Logroño” en una zona en la que “ahora hay cierta confusión, entre aparcamientos, tráfico, espacios culturales y elementos que no acaban de aprovecharse, como Valvuena”.