Las chimeneas de la treintena de casas de la aldea riojana de Peroblasco han vuelto a teñirse de colores este sábado al son del canon de Pachelbel para reivindicar la mejora de servicios durante la celebración de la 35 edición de la "Fiesta del Humo". EFE / Raquel Manzanares.

Peroblasco celebra su ‘Fiesta del humo’ para reclamar un local social y el arreglo del puente

Logroño (EFE).- La pequeña aldea riojana de Peroblasco celebra este sábado la 35 edición de su colorista ‘Fiesta del humo’, con el objetivo de reclamar a las administraciones un local social para sus vecinos, el arreglo del puente medieval que es la única vía de acceso al pueblo y la instalación de una depuradora.

El último sábado de julio, a las 21:00 horas, las chimeneas de las casas de este pequeño municipio enclavado en un meandro del río Cidacos tiñen el cielo de humo de colores, al son del canon de Pachelbel, para recordar que Peroblasco está lleno de vida.

Imagen de una edición anterior de la ‘Fiesta del humo’ de Peroblasco. EFE / Raquel Manzanares.

La portavoz de la asociación de vecinos de Peroblasco, Virgina González, ha detallado a EFE que esta celebración festiva siempre tiene un trasfondo reivindicativo, porque este pueblo es «el único de toda La Rioja que no cuenta con un local público para que se reúnan sus vecinos u organicen actividades».

Por ello, los vecinos piden que se construya una sede social en el solar que ocupaba la iglesia del pueblo, ha explicado González.

Un puente deteriorado

El único punto acceso a Peroblasco es el puente, que une el pueblo con la carretera LR-115, «pero está muy deteriorado porque se lo está comiendo la hiedra», ha asegurado la portavoz vecinal, quien ha urgido alguna acción para no perder este patrimonio histórico.

También demandan la instalación de una depuradora, para evitar que se deteriore la vida del río Cidacos; que se facilite la recogida de basuras, ya que los contenedores están ubicados a más de un kilómetro de distancia del pueblo; y se adecente el pequeño cementerio, «para darle la dignidad que merece».

En esta pequeña aldea perteneciente al municipio de Munilla hay 40 casas rehabilitadas, en las que viven durante todo el año una decena de familias, pero esta cifra se triplica en los meses de verano.