Niños en la puerta de un colegio. EFE/Nacho Gallego

La escucha activa, sin sermones, transforma a los alumnos con problemas de convivencia

Rebeca Palacios |

Logroño (EFE).- La escucha activa al alumnado con problemas de convivencia, «sin dar sermones», permite transformar comportamientos en estos alumnos al sentirse «escuchados y tratados de otra forma», ha dicho a EFE el profesor y formador gallego Andrés Cabana.

Este catedrático de Educación Secundaria y docente del instituto Salvaterra de Miño (Pontevedra) participa este sábado en Logroño en el III Congreso Internacional Programa Tutoría Entre Iguales (TEI), con una ponencia sobre ‘Prácticas restaurativas’.

III Congreso Internacional del Programa TEI ‘La convivencia, un compromiso comunitario’. EFE/Raquel Manzanares

Cabana ha explicado que el programa TEI trabaja para prevenir el acoso escolar en los centros educativos, a través de un cambio en el enfoque de las intervenciones.

Sin embargo, cuando ya se ha producido un caso de acoso escolar, lo importante es «reparar el daño emocional» después, para lo que se aplican unas prácticas restaurativas, algunas proactivas y otras reactivas, que, en este caso, son «no punitivas», ha matizado.

Escucha contra el ruido actual

Este experto ha defendido la escucha activa, una técnica muy necesaria ante «todo el ruido que hay en el mundo hoy en día», entre ‘fake news’, redes sociales y noticias sensacionalistas.

«En la actualidad, nos dedicamos mucho a hablar y a comentar, pero muy poco a escuchar. Y el problema es que no sabemos cómo escuchar a los demás», ha reflexionado.

Otra técnica que aplican estos profesionales son los círculos de diálogo, que son encuentros para promover la palabra, la escucha y el encuentro, con orígenes ancestrales de las reuniones de las tribus en torno al fuego.

El profesor y formador Andrés Cabana González, en la Universidad de La Rioja en Logroño. EFE/Raquel Manzanares

De su experiencia en el aula de convivencia, ha citado el testimonio de una alumna que relató que, gracias a este programa, «se sentía escuchada» al hablar con los profesores, porque no le daban sermones, lo que ayudó a transformar su comportamiento «al sentirse tratada de forma diferente».

«No es lo mismo preguntar a un alumno qué hiciste, a preguntarle qué pasó, en vez de gritarle», ha añadido, en alusión a la forma de abordar un problema de convivencia escolar.

Alumnos distintos en una sociedad diferente

Este profesor de Matemáticas no cree que los problemas de convivencia en las aulas hayan aumentado en los últimos años, lo que pasa es que «ahora salen más a la luz, o antes se les daban menos importancia».

A partir de su experiencia de más de 30 años de docencia, ha constatado que los alumnos de ahora no son peores que hace unos cursos, «son distintos, porque la sociedad es diferente y ha evolucionado, de modo que hay otros problemas».

El profesor y formador Andrés Cabana González, en la Universidad de La Rioja en Logroño. EFE/Raquel Manzanares

En este sentido, ha subrayado que, con la implantación de internet, los teléfonos móviles y las redes sociales, ha cambiado «totalmente» la forma de interactuar entre las personas, de modo que las nuevas tecnologías han generado muchas situaciones que antes no existían.

Entre ellas, ha aludido al afán por la inmediatez que impera en sociedad actual, porque está todo «a un golpe de ‘click’ y cuando no se consigue algo inmediatamente, se pierde la paciencia y se generan problemas de inseguridad y frustración», ha indicado.

Respecto al programa TEI, en el que colabora como formador de los profesores en prácticas restaurativas, ha dicho que muchos docentes necesitan «una tabla de salvación, porque no saben cómo actuar» para resolver los conflictos de convivencia.

Aunque el profesorado es «bastante receptivo», también hay algunos «incrédulos» con este sistema, que rechazan «probar cosas diferentes», pero ha defendido cambiar el enfoque de intervención cuando hay que afrontar esos nuevos problemas.