Imagen de archivo de un perro de raza Bull Terrier, considerada peligrosa. EFE/Carlos Barba

La ley de Bienestar Animal llega al Senado con la lupa en los perros peligrosos

Amaya Quincoces Riesco |

Madrid (EFE).- Superado el tenso trámite del proyecto de ley de Bienestar Animal en el Congreso, el Senado deberá dirimir ahora sobre los perros potencialmente peligrosos que, al contrario del espíritu original de la norma, seguirán por el momento bajo la misma regulación de los últimos casi 25 años.

Tras la resaca por los perros de caza, finalmente excluidos del proyecto de ley de Bienestar Animal en el Congreso, los grupos progresistas intentarán en el Senado reajustar “aspectos técnicos” para “desestigmatizar” la peligrosidad que se presupone erróneamente a un perro solo por su raza y no según su comportamiento real, según fuentes socialistas.

El objetivo es clasificar más acertadamente la naturaleza de cada ejemplar a la hora de diseñar por motivos de seguridad las mejores medidas reglamentarias, en el marco del proyecto de ley, sin limitarse a un tipo de estirpe, sino de forma más amplia, en función de las conductas reales del animal y lejos de estereotipos limitados a las razas.

El estigma de la raza

La realidad es que ciertos perros ahora considerados potencialmente peligrosos “nunca atacarán” y sin embargo están “estigmatizados”; por el contrario, puede ocurrir que algún ejemplar canino aparentemente bondadoso según su estirpe pueda irritarse más de la cuenta ante determinadas circunstancias, explican las fuentes socialistas.

La ley de Bienestar Animal llega al Senado con la lupa en los perros peligrosos
Imagen de archivo de un perro de la raza Pit Bull. EFE/Elvira Urquijo A.

Existe además un amplio consenso en el sector veterinario y científico respecto a la conveniencia de regular la peligrosidad de los perros por otros factores que no sean solo su raza; en cualquier caso, añaden las fuentes, las mejoras implican reflexión y no pueden hacerse “deprisa y corriendo” ni de forma dispersa.

La ley 50/1999 sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales peligrosos, y que por el momento seguirá en vigor, incluye a los animales de especie canina “dentro de una tipología racial, que por su carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula tengan capacidad de causar la muerte o lesiones”.

El reglamento que la desarrolla considera perros potencialmente peligrosos (PPP) a los Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffodshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu.

Los perros potencialmente peligrosos pasan a ser perros de “especial manejo”

Frente a dicha clasificación, entre sus novedades, la nueva ley en tramitación denominará a los PPP perros de “especial manejo” y ampliará la obligatoriedad del seguro de responsabilidad civil por daños a terceros también a los ejemplares que no sean potencialmente peligrosos y se incluirá en su cobertura a los responsables del animal.

Además, las personas titulares junto con sus perros deberán realizar un “test” o prueba para valorar su aptitud a la hora de desenvolverse en el ámbito social; los términos en cuanto a edad y peso mínimos del perro y contenido y características del mismo se desarrollarán reglamentariamente.

Asimismo, para la tenencia de perros con carácter general la nueva ley de bienestar animal exigirá un curso de formación a sus responsables que será gratuito y con una validez indefinida.

Una tramitación parlamentaria accidentada

En el último debate en el Congreso sobre el proyecto de ley de Bienestar Animal, previo paso al Senado, el pleno aprobó una enmienda transaccional de Bildu, refrendada por Unidas Podemos y ERC, que curiosamente fue aprobada con los votos a favor del Grupo Popular y la abstención de Vox, pero con el rechazo del grupo Socialista.

En la misma, se solicitaba dar marcha atrás a la propuesta de derogación de la ley de 1999 sobre perros potencialmente peligrosos, como parte de un paquete de medidas sobre esos animales que se tramitarían en el marco del desarrollo del proyecto de ley para mejorar su clasificación.

La propuesta de los grupos progresistas salió adelante en el Congreso gracias al apoyo del Grupo Popular, porque coincidía con otra enmienda de esta formación planteada al inicio de la tramitación, pero que había sido rechazada por los grupos que ahora la planteaban.

Ante el cambio de rumbo a última hora de los acontecimientos en dicho trámite, la portavoz del PP en el Congreso para el proyecto de ley de Bienestar Animal, Milagros Marcos, perpleja, pero satisfecha, advertía de que “esos mismos que rechazaban nuestras enmiendas acabaron presentando otra literalmente” como la del PP para mantener la ley de 1999, pero “deprisa y corriendo” en el último momento en el Congreso.

Dicha propuesta de los grupos progresistas se votó por separado y se aprobó pero formaba parte, según sus responsables, de un conjunto de enmiendas más amplio que no prosperaron y que en conjunto suponían un ajuste a las cuestiones relacionadas con la ley 50/1999 en cuestión de los perros peligrosos.

Ahora habrá que ver qué pasa con los perros de “especial manejo” en el próximo debate en el Senado, en donde el peso de las fuerzas parlamentarias es distinto al del Congreso – sin representación de Unidas Podemos aunque sí de otros de los grupos progresistas defensores también del proyecto de ley de bienestar animal tal como salió del Gobierno.

Desde el Ministerio de Derechos Sociales, liderado por Ione Belarra, de Podemos, impulsora del proyecto de ley de Bienestar Animal, aseguran que la enmienda de los perros potencialmente peligrosos “necesita ser ajustada con carácter técnico en el Senado y en los reglamentos posteriores para darle la misma coherencia que tenía originalmente”.

“Se retocará para que quede como teníamos acordado en el texto original que salió del Consejo de Ministros”, al que se llegó con el acuerdo de todo el Gobierno, añaden las mismas fuentes.