Vista aérea de los efectos de un incendio en la Amazonía de Rondonia (Brasil), en una fotografía de archivo. EFE/Joédson Alves

La Amazonía brasileña perdió el 19 % de su superficie por incendios desde 1985

Río de Janeiro (EFE).- La Amazonía brasileña perdió el 19 % de su superficie desde 1985 debido a los incendios, según un estudio divulgado este miércoles por la ONG Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM).

El área quemada en la más extensa selva tropical del planeta entre 1985 y 2022 suma 809.500 kilómetros cuadrados, según el estudio, que se elaboró con base en imágenes de satélite.

La selva amazónica fue el bioma brasileño más afectado por los incendios y concentró el 43 % de todo lo que se ha quemado en el país en estas casi cuatro décadas.

Los incendios arrasaron un promedio anual de 68.000 kilómetros cuadrados de vegetación en la Amazonía. Es como si cada año se perdiera un país del tamaño de Lituania por las llamas.

“Los incendios en la Amazonía son, por completo, resultado de las quemas relacionadas con la deforestación y el manejo de pastizales. Estas terminan escapando a los bosques, provocando incendios forestales y degradación”, señala Ane Alencar, directora de Ciencias del IPAM y coordinadora del estudio.

El fuego consumió una superficie inmensa

La vegetación nativa ocupó el 44,3 % del área quemada en la Amazonía, durante el periodo analizado, mientras que el otro 55,7 % de los incendios ocurrió en áreas antrópicas, principalmente en pastizales.

En todo Brasil, los incendios destruyeron 1,85 millones de kilómetros cuadrados en los últimos 38 años, superficie equivalente a Colombia y Chile juntos.

El Cerrado, ecosistema de sabana que se extiende por el centro de Brasil, es el segundo bioma más afectado por los incendios y alberga el 42,7 % de toda la superficie quemada en el territorio nacional.

Esperanza en que el Fondeo de la Amazonía cambie el panorama

La ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, celebró el jueves pasado la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de solicitar al Congreso de su país un aporte de 500 millones de dólares para la protección de la Amazonía.

“Obviamente, es una conquista muy grande, por lo que significa tener a Estados Unidos contribuyendo al Fondo Amazonía”, que está volcado a acciones de combate al cambio climático en el mayor pulmón vegetal del planeta, dijo Silva en una rueda de prensa.

Personas prenden fuego en un área boscosa en Careiro Castanho, Amazonas (Brasil), en una fotografía de archivo. EFE/Raphael Alves
Personas prenden fuego en un área boscosa en Careiro Castanho, Amazonas (Brasil), en una fotografía de archivo. EFE/Raphael Alves

La ministra destacó la importancia de que Estados Unidos se sume a Alemania y Noruega, hasta ahora únicos donadores, y se mostró confiada en que el Congreso estadounidense respaldará la decisión de Biden, quien “ha comprometido su empeño para que así sea”, apuntó.

El Fondo Amazonía fue creado en 2008 y funcionó hasta 2019, cuando el ahora expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro decidió desactivarlo, en medio de la promoción de políticas que impulsaron la minería y otras actividades económicas en la región.

Lula, quien asumió el poder el 1 de enero, derogó esas políticas en su primer día de Gobierno y determinó la reactivación del Fondo Amazonía, al que ahora quiere atraer también a Estados Unidos, China y Francia, entre otras potencias económicas.