Imagen de las nueva compactadoras de residuos que van a incorporar los barcos de cerco de Cantabria para la costera del bonito. EFE/Miguel Ramos

Los pesqueros cántabros reducirán los residuos a bordo con unas nuevas compactadoras

Colindres (EFE).- Diez embarcaciones de cerco de Cantabria incorporarán un innovador sistema para comprimir los residuos que los tripulantes generan a bordo durante la costera del bonito con la idea de reducir el volumen de basuras, evitar vertidos al mar, optimizar la habitabilidad y favorecer la salubridad.

Se trata del proyecto Compact Blue, que ha impulsado el Grupo de Acción Costera (GAC) Oriental de Cantabria con un presupuesto de 83.768 euros, financiados en el marco del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (Fempa) y gestionados por la Consejería de Pesca.

El objetivo es que la flota mantenga el mar libre de residuos y plásticos durante las costeras de cara a mejorar la supervivencia de las especies, favorecer la calidad del género e impulsar una actividad sostenible.

Las compactadoras son de acero, de unos 1,2 metros de ancho y 2 metros de altura, y funcionan con un sistema de aire comprimido que permite reducir el volumen de envases de plástico, cartones y todo tipo de basuras, salvo vidrios porque al romperse pueden erosionar la bolsa que acumula esos restos.

El sistema comprime unas cinco bolsas de basura en una, por lo que la tripulación gana espacio para poder desarrollar sus quehaceres diarios y permite almacenar los residuos hasta la llegada a puerto sin necesidad de tirar restos al mar.

La máquina está adaptada para el uso marino y no precisa de ningún tipo de componente eléctrico, lo que genera mayor seguridad y cero emisiones de CO2.

Las compactadoras se instalarán, por el momento, en las embarcaciones San Roque Divino, Bustillo Donosti, Manuel Padre Segundo y Nuevo Aires Asón, de Colindres; Nuevo Libe, Ermita Pilar, Madre Lita y Padre Joaquin, de Santoña, y Aitana del Mar y Nuevo Panelo Villa, de Laredo.

Campaña del bonito en junio

Los buques que participan en la campaña del bonito, que comenzará en junio en el Cantábrico, se dedican a la pesca de cerco mediante el sistema de cebo vivo y enrolan entre 15 o 18 tripulantes durante días o semanas hasta que arriban a las lonjas para vender las capturas.

Durante este tiempo, la tripulación se alimenta e hidrata varias veces por jornada y genera multitud de residuos a bordo, como pueden ser plásticos, envases o latas, que se van acumulando en la embarcación.

Un hecho que dificulta la convivencia durante la faena, con riesgos evidentes de producirse vertidos al mar.
Por ello, con la instalación de estas compactadoras se quiere eliminar ese problema y optimizar la habitabilidad e higiene a bordo en la embarcación.

Además, la medida lleva implícita una ventaja posterior en tierra a la hora de descargar y facilitar la gestión de los residuos.
Es un avance que, asimismo, podría exportarse a otras embarcaciones nacionales y de la Unión Europea. EFE