Santander, 13 sep (EFE).- El Ministerio para la Transición Ecológica ha emitido declaración de impacto ambiental desfavorable en el proyecto del parque eólico Corus, de 66 megavatios, previsto en la zona de la Montaña Oriental Costera de Cantabria.
La totalidad de actuaciones y elementos del proyecto se ubican en los términos municipales de Ampuero, Guriezo, Liendo, Limpias, Rasines, Ruesga, Voto y Solórzano,
En un anuncio del Ministerio que sale en el Boletín Oficial del Estado, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental determina la evaluación de impacto ambiental desfavorable.
Y lo hace «al haberse identificado la posibilidad de impactos negativos significativos sobre el medio ambiente».
También dice que las medidas propuestas en el proyecto del parque «no presentan garantía suficiente de su adecuada prevención, corrección o compensación».
Diez aerogeneradores y tres de reserva
El parque eólico se proyecta con diez aerogeneradores más tres de reserva.
Los aerogeneradores poseen 6,6 megavatios de potencia unitaria, 175 metro de diámetro de rotor y 112 metro de altura de buje.
El Servicio de Montes de la Diputación Foral de Bizkaia, La Dirección General de Medio Ambiente y Cambio Climático del Gobierno de Cantabria y la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria se oponían a este proyecto.

De hecho, hacían referencia a la cercanía de este proyecto al del parque eólico Maya, de 51,975 megavatios, y su infraestructura de evacuación, ubicado en los términos municipales de Guriezo y Castro Urdiales (Cantabria), y Sopuerta, Galdames, Muskiz y Abanto Ciervana (Bizkaia).
Ese proyecto, a su vez, contaba con declaración de impacto ambiental desfavorable por afecciones al medio ambiente, en particular sobre aves y quirópteros, publicada en el Boletín Oficial del Estado en enero de 2023.
«Podría haber impactos negativos»
La Dirección General del Ministerio señala, en el anuncio publicado en el BOE, que «no es posible descartar que el proyecto produzca impactos ambientales negativos».
Este órgano abunda en que esos impactos pueden ser significativos sobre las poblaciones de fauna, la vegetación, los hábitats de interés comunitario, los montes de utilidad pública, los espacios protegidos de la Red Natura 2000, el paisaje y el patrimonio cultural.
Y advierte de que estas afecciones «se verían magnificadas por los efectos sinérgicos o acumulativos del conjunto de proyectos en la zona».
Especialmente, alude al proyecto del parque eólico Piruquito, con el que comparte infraestructuras de evacuación.
Estos impactos, según explica el órgano ambiental, traen causa de la ubicación seleccionada para la implantación del proyecto, por localizarse en una área de alto valor ecológico, patrimonial y paisajístico.
Afecciones «relevantes» a la fauna
Añade que las afecciones a las poblaciones de fauna son particularmente relevantes.

Y sobre todo en el caso de las aves rapaces y migratorias y los quirópteros.
«Estos impactos cobran especial importancia al detectarse, en el entorno del proyecto, especies protegidas en los catálogos estatal o autonómico de especies amenazadas», agrega.
Y destaca la cercanía del espacio natural de las Marismas de Santoña, que se encuentra declarado como ZEC (Zona de Especial Conservación), ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), IBA (Área Importante para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad), espacio Ramsar, Lugar de Interés Geológico y Parque Natural.
También dice que gran parte de las estructuras del proyecto se plantean sobre zonas de vegetación natural e implicarían la destrucción o alteración de hábitats de interés comunitario.
Se refiere además a informes de otras administraciones, que ya informaron desfavorablemente la autorización del proyecto.