Nusa Dua (Indonesia) (EFE).- El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha tachado este martes de “irreales e inadecuadas” las propuestas presentadas durante la cumbre del G20 por Ucrania para iniciar negociaciones de paz.
“Kiev se niega categóricamente a cualquier negociación y presenta condiciones que son a toda vista irreales e inadecuadas dada la situación”, ha dicho Lavrov a la prensa rusa al término de su participación en la cumbre del G20 en Bali a la que asiste en representación del presidente ruso, Vladímir Putin.
El jefe de la diplomacia rusa ha revelado que también transmitió esa postura al líder francés, Emmanuel Macron, con el que mantuvo un breve encuentro en el marco de la cumbre.
“Mantuve hoy una breve conversación con el presidente Macron, quien reafirmó su intención de continuar los contactos con el presidente Putin para encontrar algún tipo de acuerdo que pueda resolver la situación”, ha dicho.
El diplomático también ha celebrado en Bali otro corto encuentro con el canciller alemán, Olaf Scholz.

Las propuestas de Zelenski
Por otra parte, Lavrov ha criticado la duración del discurso del líder ucraniano, Volodímir Zelenski, en el G20, que se alargó durante “veinte minutos”.
“Los otros líderes tenían solo tres minutos”, ha señalado, y ha calificado la intervención de Zelenski de “rusófoba y agresiva”.
“Saqué una conclusión de su discurso y es que no escucha ningún consejo occidental”, ha lamentado.

A su vez, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha afirmado hoy que la postura ucraniana sobre la reanudación de las negociaciones de paz “evidencia que Kiev de facto y de jure no quiere dialogar”.
Por ello, ha agregado, “los objetivos de la Federación de Rusia serán alcanzados a través de su operación militar especial”.
En su intervención por videoconferencia en el G20, Zelenski se negó categóricamente a hacer concesiones a la parte rusa y anunció una serie de propuestas que fueron presentadas a su vez a los líderes del grupo en un documento.
Las propuestas incluyen garantizar la seguridad en materia nuclear, afianzar “el derecho a la alimentación de cada persona en el mundo”, garantizar la “seguridad energética” y otras.
Zelenski pidió asimismo la liberación de todos los prisioneros de guerra, la implementación de la Carta de la ONU para restaurar la integridad territorial ucraniana, la retirada de las tropas rusas de territorio ucraniano y el cese de las hostilidades.
Ese es el camino para “prevenir una escalada del conflicto” que confirme el fin del conflicto, aseveró.
La ONU denuncia torturas
En pleno cruce de declaraciones, la ONU ha denunciado hoy que Rusia ha torturado sistemáticamente a los prisioneros de guerra que ha capturado desde que inició su agresión contra Ucrania, mientras que las fuerzas ucranianas lo han hecho en ciertas circunstancias y lugares, pero de forma esporádica.
Una misión de observadores de derechos humanos de Naciones Unidas que trabaja en el terreno ha corroborado “con un margen considerable de certitud” una serie de torturas por parte de las fuerzas rusas y de sus aliadas, mediante métodos que incluyen descargas eléctricas, palizas, quemaduras y otros tipos de maltratos.
La jefa de la misión, Matilda Bogner, ha informado a la prensa en Ginebra que el Gobierno de Ucrania dio a su equipo un acceso confidencial a los prisioneros rusos, mientras que sólo pudo entrevistar a los prisioneros ucranianos una vez que fueron liberados por Rusia, generalmente a través de un intercambio de prisioneros.
En total, la misión entrevistó a 159 prisioneros de guerra (incluyendo veinte mujeres) que estuvieron retenidos por Rusia y los grupos armados que lo apoyan, así como a 175 prisioneros en manos de Ucrania.

Centros de internamiento
Se ha podido determinar que además de los extremos maltratos físicos y abuso psicológico contra los prisioneros ucranianos, éstos también eran mantenidos en condiciones inhumanas, en ocasiones sin acceso a baños o agua durante más de un día.
El peor momento era la llegada de los prisioneros a los centros de internamiento, donde pasaban por un “procedimiento de admisión”, que en realidad consistía en golpes, amenazas, ataques con perros y posiciones dolorosas por largo tiempo.
En relación con los prisioneros de guerra en menos de Ucrania, Bogner ha confirmado que existen “denuncias creíbles” sobre ejecuciones sumarias de personas que ya estaban fuera de combate y de varios casos de torturas y maltratos, presuntamente cometidos por parte de miembros de las fuerzas armadas ucranianas.
La jefa de la misión ha matizado que las presuntas ejecuciones corresponden al periodo inicial de la guerra y que Ucrania abrió investigaciones al respecto, aunque no se han visto progresos en éstas.
La misión ha comunicado al Gobierno ruso sus hallazgos, pero Bogner declinó precisar si había recibido alguna respuesta.