Quito (EFE).- El ministro de Gobierno (Interior) de Ecuador, Francisco Jiménez, presentó este jueves su dimisión tras la derrota sufrida por el Ejecutivo en el referéndum planteado para reformar la Constitución en materia de seguridad, democracia y medioambiente, con ocho preguntas en las que ganó el “No”.
Jiménez publicó en redes sociales su carta de renuncia poco después de que la Presidencia de Ecuador convocó para la tarde de este jueves una ceremonia de posesión de nuevas autoridades en el Palacio de Carondelet, sede de la Jefatura de Estado.
Desde la cartera de Gobierno, Jiménez fue uno de los promotores y defensores del referéndum, con preguntas como permitir la extradición de ecuatorianos requeridos por crimen organizado, reducir el número de asambleístas y quitar al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Social (CPCCS) la facultad de designar autoridades como el fiscal general y el contralor.
La derrota en este plebiscito causó un cisma en el Gobierno del conservador Guillermo Lasso, que buscaba el apoyo popular para acometer una serie de reformas políticas y así salir reforzado ante la Asamblea Nacional (Parlamento) controlada por la oposición, entre ellos el correísmo y el movimiento indigenista Pachakutik.
Un día antes de la dimisión de Jiménez, el Ministerio de Gobierno emitió un comunicado para quejarse al Consejo Nacional Electoral (CNE) del lento escrutinio de votos del referendo y llegó a poner en duda los resultados al afirmar que las actas con inconsistencias pueden llegar a 63.000.
Derrota contundente del Gobierno
Con el escrutinio casi al 100 %, el “No” se impone en todas las preguntas.
El resultado más ajustado está en la propuesta de permitir la extradición de ecuatorianos requeridos por delitos de crimen organizado, donde el “No” tiene el 51,65 % de los votos frente al 48,35 % del “Sí”. En el resto de cuestiones el “No” gana con porcentajes que oscilan entre el 53,06 % y el 57,96 %.
Jiménez asumió la cartera de Gobierno el 30 de marzo de 2022, en un momento que Lasso decidió separar en dos ese Ministerio y crear también la cartera de Interior.
Durante su gestión, Jiménez encabezó la delegación del Gobierno en los diálogos sostenidos con el movimiento indígena tras las fuertes protestas de junio, que tuvieron paralizado a casi todo el país durante 18 días y que acabaron con una leve bajada del precio de los combustibles subsidiados y promesas de mayor inversión social.
En el proceso de diálogo se cerraron 218 acuerdos en distintas materias como educación, medioambiente y economía que ahora el movimiento indígena asegura que no se han cumplido.
En su misiva de despedida, Jiménez aseguró a Lasso que “ha sido un honor y un extraordinario aprendizaje” haber formado parte de su Gobierno y le advirtió que “la relación con la Asamblea nunca será sencilla” porque “no es fácil dirigir un país donde los adversarios políticos siempre esperan agazapados para asestar un golpe”.
“Es fundamental un trabajo coordinado entre gobernadores, jefes, tenientes políticos, ministerios y estructuras partidistas. En su adecuada sinergia, se esconde la fortaleza de un Gobierno y se reduce la volatilidad de eso que etéreamente se denomina opinión pública”, señaló Jiménez.
