El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro sale de la sede de la Policía Federal tras dar testimonio, por los atentados antidemocráticos que se dieron en enero, hoy en Brasilia (Brasil). EFE/André Borges

Bolsonaro declara ante la Policía de Brasil y niega su responsabilidad en el intento de golpe

Brasilia (EFE).- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro declaró este miércoles durante unas dos horas ante la Policía y negó cualquier responsabilidad en la asonada del pasado 8 de enero, que intentó derrocar al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

El líder de la ultraderecha, que gobernó entre 2019 y 2022, evitó todo contacto con los periodistas que le esperaron frente a la sede de la Policía Federal, en Brasilia, pero sus representantes legales dijeron que “explicó” la situación y negó haber alentado el golpe.

Fabio Wajngarten, exministro de Información y actual asesor de Bolsonaro, aseguró que el expresidente, quien el día de la asonada estaba en Estados Unidos, “repudió” ese mismo 8 de enero la invasión de una horda de bolsonaristas a las sedes de los tres poderes de la Nación, con la clara intención de derrocar al Gobierno de Lula.

También rechazó que Bolsonaro haya alentado el golpe con su negativa a reconocer públicamente el triunfo de Lula en los comicios de octubre pasado o que haya incitado a sus seguidores a protestar en forma violenta contra el proceso electoral.

“Con el fin de la elección, el presidente pasó la página, no articuló nada, se recluyó y viajó el 30 de diciembre a Estados Unidos”, aún en su condición de mandatario, y permaneció en ese país durante tres meses, afirmó Wajngarten, quien dijo que Bolsonaro está dispuesto a presentarse nuevamente ante la Policía Federal.

El proceso tramita en la Corte Suprema y apunta a identificar a los “autores intelectuales” y a quienes financiaron los sucesos de enero.

La Justicia aborda los actos golpistas

Los bolsonaristas que asaltaron los tres poderes de la Nación habían estado durante más de dos meses acampados a las puertas de los cuarteles del Ejército exigiendo un golpe, en una actitud que el líder de la ultraderecha no condenó y hasta llegó a avalar.

Por esos sucesos detuvieron a 2.151 personas, de las cuales unas 300 permanecen en prisión, en tanto que el resto responderá ante los tribunales en libertad.

Policías enfrentan a seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro que invadían, el 8 de enero de 2023, el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber irrumpido antes en el Congreso Nacional en actos golpistas contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasilia (Brasil). EFE/André Borges
Policías enfrentan a seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro que invadían, el 8 de enero de 2023, el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber irrumpido antes en el Congreso Nacional en actos golpistas contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasilia (Brasil). EFE/André Borges

El martes, el Tribunal Supremo de Brasil aprobó la imputación penal de los primeros 100 acusados de haber cometido los ataques.

El Supremo ha incluido a Bolsonaro entre los investigados a fin de determinar si, aún estando ese día en Estados Unidos, de donde regresó el pasado 30 de marzo, incitó ese movimiento o si tuvo algún papel en la planificación de la intentona golpista.