Fachada de la Embajada de Cuba en Washington DC, en una imagen de archivo. EFE/Lennin Nolly

Cuba: la permisividad de EE.UU. ante acciones violentas pudo alentar el ataque a la embajada

La Habana (EFE).- El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba aseguró este lunes en una declaración que “la conducta permisiva” de las autoridades estadounidenses frente a “acciones violentas” pudo “estimular” el ataque con cócteles molotov que sufrió su embajada en Washington el domingo.

El texto, que condena la “acción terrorista”, afirma que Cuba “espera que el Gobierno de los Estados Unidos actúe en consonancia con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, en el interés de evitar la repetición de estos hechos”.

“En los intercambios oficiales que sostiene la embajada con el departamento de Estado se ha alertado que la conducta permisiva de las agencias de cumplimiento de la ley de los Estados Unidos frente acciones violentas pueden estimular la comisión de hechos de esta naturaleza”, indicó Exteriores.

En este sentido, el ministerio agregó que ha alertado en repetidas ocasiones a las autoridades estadounidenses sobre “el mensaje que se traslada” con la “actitud” del Gobierno estadounidense “frente a amenazas de este tipo contra la sede diplomática cubana”.

“Grupos anticubanos”

A juicio del Gobierno cubano, el lanzamiento por parte de un individuo de dos cócteles molotov contra su embajada en EE. UU. fue un “ataque terrorista” de “grupos anticubanos”, que “acuden al terrorismo ante la bancarrota moral de su odio contra Cuba y la impunidad que creen disfrutar”.

Según fuentes oficiales cubanas, los hechos tuvieron lugar el domingo, sobre las 20:00 hora local (00:00 GMT del lunes) en Washington, cuando un individuo lanzó dos cócteles molotov contra las instalaciones de la legación diplomática.

Cuatro fotografías publicadas en redes sociales por la embajada cubana permiten ver los añicos de dos botellas de cristal rotas y trozos de papel impreso arrugado junto a la fachada de la planta baja del edificio, pero apenas daños materiales.

“A solicitud de la misión diplomática cubana, oficiales del Servicio Secreto de los Estados Unidos se presentaron en la sede y tuvieron acceso a sus instalaciones para constatar la acción violenta perpetrada”, indicó la Cancillería en el comunicado.

Vista hoy de la entrada a sede de la Embajada de Cuba en EE.UU, en Washington, D.C (EE.UU). EFE/Octavio Guzmán

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, indicó la víspera que se trata del segundo ataque violento que sufre esa embajada en los últimos años. En abril de 2020, “un individuo disparó con un fusil de asalto contra la sede” de la legación, indicó.

La Cancillería cubana lamentó que, luego de tres años, “el comisor del hecho aún espera ser juzgado y el Gobierno de los Estados Unidos ha rehusado calificar el hecho como un acto terrorista”.

Cuba toma medidas

A raíz de estos hechos, varios cargos del Gobierno cubano y del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) cargaron en redes contra el hecho de que EE. UU. mantenga a su país en la lista de países que promocionan el terrorismo.

La declaración cubana se cierra alertando sobre “el uso de dobles raseros” y el “supuesto compromiso del Gobierno estadounidense contra el terrorismo”.

El mismo día del ataque, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, había concluido una visita de siete días a Nueva York con motivo de la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que la delegación isleña había mantenido una intensa actividad.

Díaz-Canel, que ya había acudido en 2018 a la asamblea general de la ONU, aprovechó asimismo para reunirse con otros líderes y para asistir a distintos actos con colectivos de la sociedad civil que apoyan a Cuba.

La embajada de Cuba en Washington reabrió en 2015, cuando a raíz del proceso de “deshielo” promovido por los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro se restauraron las relaciones diplomáticas bilaterales, congeladas en 1961, dos años después del triunfo de la revolución en la isla.

El ataque, tal y como informó la Cancillería cubana, se produjo el domingo por la tarde, cuando un individuo lanzó dos cócteles molotov contra la legación diplomática.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y el canciller, Bruno Rodríguez, habían regresado horas antes a La Habana tras haber pasado una semana en Nueva York con motivo de la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas.