Fotografía de la cárcel del Inca, en una fotografía de archivo. EFE/ José Jácome

Otro preso se suma a los 6 colombianos muertos vinculados al caso Villavicencio en Ecuador

Quito, (EFE).- Un ecuatoriano fallecido se sumó a la lista de los seis colombianos muertos en prisión relacionados con el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, que fue tiroteado el pasado 9 de agosto tras salir de un mitin electoral en Quito.

El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) informó que un detenido identificado como José M. fue hallado muerto en la cárcel de El Inca, de Quito, horas después de que encontraran ahorcados otros seis reos de nacionalidad colombiana en una prisión de Guayaquil.

El suceso fue reportado por el SNAI en un momento en que el llamado Gabinete de Seguridad, integrado por ministros y otras autoridades del Ejecutivo, se reunía de emergencia para revisar la situación, tras ser convocado por el presidente del país, Guillermo Lasso.

Vinculados al caso Villavicencio

El SNAI indicó que “personal de criminalística realizó diligencias tras el evento registrado la mañana de este sábado 7 de octubre, al interior del Centro de Privación de Libertad Pichincha Número 1 (cárcel de El Inca) que dejó como resultado la muerte de José M. vinculado al caso del excandidato presidencial Fernando Villavicencio”.

“Estamos coordinando con la Fiscalía General las investigaciones respectivas”, agregó el SNAI, mientras que el Ministerio Público, en un mensaje en l red social X (antes Twitter), indicó que ha dispuesto “el levantamiento del cadáver de un privado de libertad en la cárcel de El Inca, en Quito”.

La Fiscalía ordenó además “la práctica de diligencias técnico-científicas para determinar su identidad y las causas de la muerte”.

Remezón en cúpula policial

El remezón en el alto mando policial coincidió en un momento en que las autoridades estadounidenses que colaboran en el caso Villavicencio ofrecieran una millonaria recompensa por información que permita dar con los autores intelectuales del asesinato.

El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, designó a César Zapata como nuevo comandante general de la Policía, en reemplazo de Fausto Salinas, removido tras el escándalo por la muerte de los siete sospechosos.

Horas antes de anunciar a Zapata, Lasso había ordenado reorganizar al alto mando policial entre otras medidas adoptadas en momentos en que presidía una reunión del Gabinete de Seguridad de su Gobierno, al que convocó tras anunciar que regresaba de Nueva York, a donde fue por asuntos personales, y cancelara una visita oficial a Seúl.

Entre sus primeras decisiones, Lasso anunció la designación de Zapata como nuevo comandante de la Policía y alabó su trayectoria de 34 años en la institución, en la que se ha desempeñado como director de varias unidades, ha recibido más de 15 condecoraciones y ha sido reconocido por haber obtenido títulos de especialización en planificación, administración de empresas y marketing.

Colombianos ahorcados

Con los seis ciudadanos de Colombia encontrados el viernes ahorcados en la Penitenciaría de Guayaquil, el hombre de Ecuador hallado muerto este sábado y otro sujeto también de Colombia abatido justo después del asesinato de Villavicencio, ya suman ocho los sospechosos muertos y relacionados con la ejecución material del crimen contra el excandidato a la presidencia.

Los colombianos que se encontraron aparentemente ahorcados en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande de Ecuador, tenían una orden para ser trasladados de prisión, pero esta no se ejecutó, motivo por el que la Fiscalía ha abierto una investigación contra el SNAI para conocer las razones por las que no se efectuó.

Traslado no ejecutado

La plataforma SOS Cárceles Ecuador, que trabaja por la defensa de los derechos humanos y la paz en las cárceles del país, había pedido a la Fiscalía y al SNAI que trasladaran de prisión a los imputados del caso Villavicencio a cárceles más seguras, aunque su pedido no fue atendido.

La muerte de los últimos siete imputados ocurrió pocos días después de que el Gobierno de Estados Unidos ofreciera una recompensa de cinco millones de dólares por información sobre el autor intelectual del asesinato de Villavicencio.