Soldados birmanos en formación con motivo del Día del Ejército, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Nyunt Win

El Ejército birmano recluta forzosamente a cientos de rohinyás en plena crisis

Bangkok (EFE).- La junta birmana, que planea alistar a 60.000 civiles por año desde abril para combatir en el debilitado Ejército, ha comenzado ya los reclutamientos forzosos de cientos de rohinyás, minoría víctima de una campaña de acoso militar investigada por la ONU por posible genocidio. 

Según testigos entrevistados por EFE, medios independientes birmanos y la oposición prodemocrática del país, el Ejército birmano (Tatmadaw) lleva a cabo los reclutamientos en el estado occidental de Rajine, donde viven cerca de un millón de miembros de esta minoría musulmana que Birmania no reconoce como ciudadanos del país.

“El 8 de marzo, el Ejército se llevó a 30 jóvenes de nuestro poblado para que empezasen la formación militar. Me dijeron que yo también tendría que hacerlo, y otras 200 personas de aldeas cercanas”, afirma a EFE el administrador de un pueblo rohinyá cercano a Sittwe, capital de Rajine. 

Soldados birmanos en formación con motivo del Día del Ejército
Soldados birmanos en formación con motivo del Día del Ejército, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Nyunt Win

Una comunidad desatendida

El régimen castrense, que detenta el poder en Birmania (Myanmar) desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, activó en febrero la ley de servicio militar, por la que a partir de abril todos los civiles -de entre 18 y 35 años en el caso de los hombres y de entre 18 y 27 años en el de las mujeres- pueden ser llamados a filas por un periodo de hasta dos años.

En el caso de los rohinyás, el reclutamiento habría empezado ya por parte del mismo Ejército que en 2017 y bajo el liderazgo del actual jefe de la junta, Min Aung Hlaing, emprendió una campaña de acoso en su contra que provocó la huida a Bangladesh de unos 774.000 -investigada por la ONU por constituir un posible genocidio- . 

Manifestación de organizaciones islamistas frente a la embajada de Birmania en Calcuta (India) en 2017, en contra del Gobierno birmano tras la huída a Bangladesh de casi 300.000 rohinyás por una brutal operación de seguridad contra ellos
Manifestación de organizaciones islamistas frente a la embajada de Birmania en Calcuta (India) en 2017, en contra del Gobierno birmano tras la huída a Bangladesh de casi 300.000 rohinyás por una brutal operación de seguridad contra ellos. EFE/Piyal Adhikary

“Lo que nos preocupa es que después del entrenamiento tengamos que combatir”, añade el rohinyá, que prefiere proteger su identidad.

El hombre indica que en su localidad, que él se encarga de gestionar pues las autoridades de Birmania, de mayoría budista, desatienden a esta minoría musulmana que consideran inmigrantes ilegales bengalíes pese a llevar siglos en Rajine, hay “miedo” de lo que pueda ocurrir si se resisten.

Reclutamientos en campos de refugiados

Medios independientes birmanos como Myanmar Now y Mizzima, así como rotativos locales de Rajine, informan asimismo del reclutamiento forzoso de cientos de rohinyás (hasta 700) en otras partes de dicho estado y en campos de refugiados.

Un portavoz del prodemocrático Gobierno de Unidad Nacional (NUG, por sus siglas en inglés), formado tras el golpe y que se declara la autoridad legítima de Birmania desde la semiclandestinidad, se hace hoy eco en X de una publicación del medio Radio Free Asia, con sede en Washington, sobre la muerte de cerca de 100 rohinyás tras ser “utilizados como escudos humanos” por parte del Ejército.

La reconocida activista y abogada rohinyá Wai Wai Nu publica por su parte en X que, según miembros de su comunidad, “el secuestro de cientos de jóvenes de Sittwe y en otras ciudades está aumentando”. 

Se sospecha que estos rohinyás sean forzados a combatir contra guerrillas de minorías étnicas como el Ejército de Arakan (AA, por su siglas en inglés), que ha puesto contra las cuerdas al Tatmadaw en Rajine.

Imagen de archivo de guerrilleros de Unión Nacional Karen. EFE/ Rungroj Yongrit

El AA forma parte de una coalición de tres milicias conocida como la “Alianza de la Hermandad”, que a finales de octubre lanzó la Operación 1027 (por su fecha de inicio) en el estado norteño de Shan y que se extendió después por gran parte del país, suponiendo la mayor amenaza al Ejército desde el golpe. 

Registro de civiles en las grandes ciudades

La activación de la ley de servicio militar coincidió por tanto con un momento de especial debilidad del Tatmadaw, que según los expertos no dispone de efectivos suficientes a raíz del recrudecimiento de la guerra de guerrillas tras el levantamiento militar que puso fin a una década de transición democrática.

En paralelo al reclutamiento de rohinyás, fuentes sobre el terreno desde grandes ciudades como Rangún, Mandalay y Naypyidó consultadas por EFE aseguran que el registro de civiles aptos para unirse al Ejército ya ha comenzado en las urbes.

“Voy a huir de Birmania”, afirma un vecino de Rangún que preserva su identidad