Fotografía que muestra la fachada de un centro médico de la EPS Sanitas este miércoles en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

El grupo Keralty anuncia que puede tomar acciones para recuperar la administración de Sanitas en Colombia

Bogotá (EFE).- El grupo de origen español Keralty, dueño de la entidad prestadora de salud (EPS) Sanitas, intervenida el martes por el Gobierno colombiano, anunció este jueves que está sopesando las acciones a tomar para recuperar la administración de la empresa porque considera la medida “arbitraria” e “ilegal”.

“Rechazamos enérgica y contundentemente la intervención arbitraria de nuestra EPS por considerarla improvisada, ilegal, desproporcionada y discriminatoria”, afirma Keralty en un comunicado.

El grupo recuerda que Sanitas cuenta con inversiones que respaldan sus reservas técnicas “por un valor superior a los 800.000 millones de pesos” (unos 193 millones de euros).

“Estamos analizando las acciones a tomar para hacer cesar la arbitrariedad del acto de intervención, recuperando la administración de EPS Sanitas en beneficio de nuestros afiliados, colaboradores y del país”, señala Keralty en el comunicado.

Los problemas financieros de Sanitas

La intervención por un periodo de un año la anunció la Superintendencia de Salud alegando supuesta insolvencia de Sanitas, que tiene 5,8 millones de afiliados en Colombia, y deudas de más de dos billones de pesos (483 millones de euros de hoy). Pero Keralty asegura que la situación de sostenibilidad financiera de la EPS la provoca “en gran medida el mismo Gobierno”.

Eso debido a que no hace “los análisis responsables en temas como la insuficiencia de la UPC (Unidad de Pago por Capitación)”, que es el valor anual que se reconoce por cada uno de los afiliados al sistema general de seguridad, “la concentración de riesgo por afiliado y el no reconocimiento de la deuda acumulada”.

Personas salen de un centro médico de la EPS Sanitas este miércoles en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
Personas salen de un centro médico de la EPS Sanitas este miércoles en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

Según Keralty, esos problemas fueron alertados “oportunamente” y en múltiples escenarios al Ministerio de Salud y otras instituciones, “sin encontrar soluciones”, y añade que en diciembre pasado la propia Sanitas presentó a la Superintendencia de Salud “un plan de reorganización institucional sobre el cual no hubo decisión alguna”.

En cuanto a las quejas por el servicio prestado a los usuarios que argumenta el Gobierno, Keralty asegura que ese indicador es “similar a la media del sector” y no superior al promedio nacional, como afirma la Superintendencia de Salud.

Keralty nació como Organización Sanitas Internacional hace 50 años en España, centrando su actividad en el sector de la salud y tiene además operaciones en Colombia, Estados Unidos, México, Brasil, Perú, Venezuela, Filipinas, República Dominicana y Puerto Rico.

Sector de la salud en vilo

El comunicado añade que la intervención en Sanitas “puede comprometer la prestación del servicio a nuestros 5,8 millones de afiliados y cambia drásticamente las reglas de juego para las empresas que le apuestan al país”.

Además de Sanitas, el Gobierno colombiano intervino el miércoles la Nueva EPS, la mayor empresa del sector en el país, que tiene 10,9 millones de afiliados.

Estas intervenciones han recibido duras criticadas de algunos sectores, que las consideran un intento del Gobierno de imponer a la fuerza su reforma a la salud, después de que el proyecto de ley presentado al Congreso se hundiera definitivamente ayer en la Comisión Séptima del Senado.

“Lo que nos está diciendo el mismo Congreso es que se quiebran las EPS, ahora nos toca resolverlo; lo que podía ser una concertación tranquila, ordenada, sin problemas, hacer la transición, ahora es de golpe”, manifestó anoche el presidente colombiano, Gustavo Petro, sobre los cambios que busca hacer en el sector de salud.