El periodista y politólogo argentino Gonzalo Aziz durante la entrevista con EFE con motivo de la presentación de su libro 'La gestión del diálogo', en España. EFE/ Ballesteros

Gonzalo Aziz, politólogo argentino: “Milei está dando discusiones que antes no se daban”

Alida Juliani |

Madrid, (EFE).- El presidente argentino, Javier Milei, “tiene el mérito de estar dando discusiones que en Argentina no se daban por un montón de razones, por intereses, por ser políticamente incorrectas o por lo que sea”, asegura el periodista y politólogo argentino Gonzalo Aziz, quien presenta estos días en España su libro ‘La gestión del diálogo’.

“Argentina es un país que gasta mucho más dinero del que recauda, eso se tapa con deuda externa o con emisión monetaria o con subida de impuestos, no hay otra manera, eso genera déficit, el déficit genera inflación. Milei está dando la discusión, nadie se animaba a darla, lo cual es un dato positivo”, explica Aziz en una entrevista con EFE en la capital española.

El politólogo destaca también que el mandatario argentino ha puesto sobre la mesa la discusión sobre el vínculo de los sindicatos con la sociedad, “sobre los abusos que hubo durante mucho tiempo en términos del manejo de las obras sociales o el aporte de las cuotas sindicales”.

Eso, incide, “es un dato positivo” y confía en que, una vez resueltas esas discusiones, habrá “tierra fértil” para poner en marcha “consensos en los que los que los asuntos de Estado sean la prioridad para que el país salga adelante”, un tema que centra su libro.

España como ejemplo

En ‘La gestión del diálogo’, Aziz plantea la necesidad de llegar a ese tipo de consensos en el ámbito político, económico y social en Argentina, después de “años y años de gobiernos en los que no se ha avanzado nada”, y pone como ejemplo la España posdictadura, cuando los partidos políticos olvidaron sus diferencias en pos del futuro de los ciudadanos.

Considera que el país sudamericano, “ahora mismo”, está preparado para transitar un camino similar: “Argentina es un país que hoy tiene a 6 de cada 10 chicos y chicas bajo la línea de pobreza. Si eso no te prepara..”, asevera.

Su libro, surgido de una tesis de maestría, esboza un escenario hipotético en el que “el diálogo se hace urgente”, y cree que se puede plasmar fácilmente “cuando uno entiende la gravedad del asunto”.

“¿Imaginan lo que sería en España vivir con un 250 % de inflación por año, o que de diez españoles menores de 18 años 6 sean pobres, que no comen dignamente, no tiene un lugar digno donde vivir, no reciben educación digna, viven pésimo?, plantea.

En las páginas del libro, Aziz establece la máxima de que los gobiernos no son árbitros, son actores, “están a cargo del Estado y como tal son los promotores de las políticas públicas”.

“Un Gobierno tiene que ser promotor del diálogo”, dice, “y de ese diálogo tiene que salir un consenso que se plasme en un proyecto votado por unanimidad. El sector privado tiene que estar tranquilo, porque con el cambio de gobiernos la ley no se va a tocar. ¿Quién se atreve a invertir en un país donde las reglas del juego cambian de un momento a otro?”.

El politólogo propone la existencia de una “oficina estatal y profesional” que gestione las relaciones del Gobierno con los actores de poder “para promover lazos de confianza que permitan llegar a acuerdos básicos, que se plasmen en políticas públicas y que trasciendan a los gobiernos”.

El ADN “confrontativo” de los argentinos

“Yo trato de tener una mirada positiva porque quiero que a mi país las cosas le vayan bien”, afirma Aziz en la entrevista, pero encuentra en el “ADN cultural confrontativo” de los argentinos uno de los inconvenientes.

“Vivimos la vida de manera muy confrontativa, nos encanta confrontar, pero eso nos trajo esta consecuencia porque no nos ponemos de acuerdo. La grieta en términos electorales nos fue muy rentable, y eso me parece que ha sido una desgracia”, añade.

Pero a diferencia de tiempos pasados, el periodista considera que Argentina está viviendo “por primera vez” una situación socioeconómica “desagradable”.

“No podemos permitir tener 6 de cada 10 chicos pobres, más del 50 % que no terminan el colegio secundario. La decadencia cultural de la Argentina es tremenda. Venimos con la misma receta desde hace siglos, así nos va. ¿Por qué no probamos una vez con la receta inversa?”, concluye.