La líder depuesta birmana Aung San Suu Kyi. EFE/Hein Htet

La junta birmana traslada a Aung San Suu Kyi a un lugar de arresto fuera de prisión

Bangkok (EFE).- La junta militar birmana ha anunciado que ha trasladado a la líder depuesta Aung San Suu Kyi de la prisión donde se encontraba en la capital del país asiático a otro lugar de arresto no revelado con mejores condiciones.

El portavoz de la junta, Zaw Min Tun, confirmó en un escueto mensaje enviado a EFE que la nobel de la paz birmana, de 78 años y con problemas de salud, fue trasladada a “otro lugar” fuera del penal, pero matizó que no se encuentra bajo “arresto domiciliario”.

El traslado “es temporal debido a las altas temperaturas” en el país, subrayó el portavoz, sin aportar más detalles.

Seguidores de la líder depuesta Aung San Suu Kyi durante una manifestación. EFE/Diego Azubel

Suu Kyi, que ostentaba el cargo de consejera de Estado y era la líder de facto del país desde 2016, fue detenida el mismo día del golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 y juzgada en un largo proceso opaco criticado por Estados Unidos, Reino Unido, la ONU y la Unión Europea, entre otros.

Además de Suu Kyi, la junta también trasladó a un lugar no precisado y por los mismos motivos al presidente depuesto Win Myint, de 72 años y que se encontraba en una prisión en Bago.

Win Myint, que fue presidente entre 2018 y 2021, fue como Suu Kyi detenido el día del golpe militar, el 1 de febrero de 2021, y cumple una condena de ocho años de cárcel, tras recibir una reducción de una sentencia inicial de 12 años de prisión.

Amnistía para más de 3.000 presos

La líder depuesta birmana Aung San Suu Kyi. EFE/Hein Htet

El traslado de ambos coincide con la amnistía a unos 3.300 prisioneros, entre ellos algunos presos políticos de bajo perfil, anunciada hoy por la junta militar con motivo de la celebración del Año Nuevo budista. 

El pasado enero, Suu Kyi afirmó “estar bien” en general, aunque con problemas de salud, en una carta enviada a su hijo, Kim Aris, que supuso la primera vez que éste recibía información directa sobre ella desde que fue encarcelada hace tres años.

La nobel de la paz cumple una condena de 27 años -tras una reducción a una pena de 33 años- por cargos presentados por la junta militar que ella niega, como vulnerar la ley de secretos oficiales y fraude electoral.

La política birmana ya pasó 15 años bajo arresto domiciliario en su residencia en Rangún, durante el periodo de mandato de la anterior junta militar (1962-2011), tras liderar desde 1988 el movimiento prodemocrático contra los militares, lo que le hizo ganar el nobel de la paz en 1991.

Birmania (Myanmar) vive sumida en una espiral de violencia desde el golpe, que ha exacerbado el conflicto de guerrillas que padece el país desde hace décadas, aunque en los últimos meses las fuerzas de la junta han sufrido varias derrotas por los grupos armados étnicos y prodemocráticos.