Buenos Aires (EFE).- La canciller de Argentina, Diana Mondino, afirmó este martes que el conflicto diplomático abierto entre los Gobiernos de su país y de España, que ha llevado al Ejecutivo español a retirar a su embajadora de Buenos Aires, es “una anécdota”, un asunto “interno y político” que no puede afectar a la relación entre ambas sociedades.
“Es una anécdota que tenemos con España”, indicó la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto durante su intervención en un evento del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), bajo el epígrafe “Argentina: una oportunidad diferente. Acuerdos imprescindibles para un futuro sostenible”, en Buenos Aires.
La jefa de la diplomacia argentina, que calificó el asunto de “tema estrictamente interno y político”, dijo que “la relación personal que pudiera haber entre los líderes de un país (Javier Milei y Pedro Sánchez) no pueden, ni deben, afectar la relación entre la sociedad, la comunidad”.
Mondino aclaró que España es de “una importancia monumental” para Argentina y que el conflicto actual, desde el punto de vista de las relaciones exteriores, “no debería ser algo que afecte a los próximos 20 o 30 años”.
Argentina no retira a su embajador
El Ejecutivo de Argentina “jamás” tuvo “la delirante idea” de retirar a su embajador, Roberto Bosch, de España, en reciprocidad al gesto del Gobierno español de Pedro Sánchez, según informó este martes el portavoz de la Presidencia, Manuel Adorni.
En su habitual rueda de prensa en la Casa Rosada (sede del Ejecutivo), Adorni afirmó que el Gobierno de Javier Milei “lamenta” que Sánchez “haya decidido dejar a los españoles sin embajadora, algo que raya en un papelón”, pero mantiene al suyo en el cargo “porque el debate de los pueblos está por encima de las diferencias” ideológicas.
“Jamás se nos cruzó por la cabeza la delirante idea que puede ser retirar a un embajador de un país hermano como España”, aseveró el portavoz tras la reunión de gabinete efectuada en la casa de Gobierno, en medio de la crisis diplomática abierta que ha llevado al Ejecutivo español a retirar a su embajadora, María Jesús Alonso, de Argentina.
Argentina mantuvo la idea defendida desde que estalló el conflicto con el de España, la de que “es un tema estrictamente personal” entre los líderes de ambos Ejecutivos, y que, por tanto, esto no generará una escalada “en cuestiones de relaciones entre países o de inversiones”.
“Ni se escala ni se desescala un conflicto que no existe”, indicó Adorni, quien insistió en que hubo, por parte del Gobierno español, “una reacción desmedida”.
Milei no ofrece disculpas al Gobierno de España
El Gobierno de Milei insiste en que no pedirá disculpas al Ejecutivo español, después de que el presidente arremetiera contra el socialismo en el acto de Vox el domingo último, calificara a Sánchez de “calaña de gente atornillada al poder” y tildara de “corrupta” a su esposa, Begoña Gómez.
A causa de estas manifestaciones, el Ejecutivo español reaccionó llamando a consultas ‘sine die’ a su embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso, y exhortó a Milei a pedir “disculpas públicas”.
Por contra, el Gobierno argentino instó este lunes a las autoridades españolas que se disculparan por haberlo tratado de “odiador”, “negacionista”, “ingerir sustancias”, de “autoritario”, de “anti-democrático” y de ser gente “muy mala”.
En su primera entrevista tras regresar de España, este lunes, Milei llamó “cobarde” al jefe del Gobierno español y ligó el conflicto diplomático a la fuerza política kirchnerista en Argentina, el color político del expresidente Alberto Fernández.
El Gobierno de España respondió este martes retirando a su embajadora, María Jesús Alonso, de Argentina, lo que Milei calificó de “disparate” y “payasada”.
Mondino contó este martes que esta cuestión le “sorprendió” porque el comentario que hizo Milei en referencia a Begoña Gómez en el acto de Vox “era un comentario muy lateral”, “en donde no se nombra a nadie en particular” y que en un discurso de diez páginas “hay una sola frase” sobre el tema.
“No es un agravio a España”, aclaró Mondino. “No es ni siquiera un agravio a una persona en España”, dijo, “pero cada uno interpreta como quiere”.
