Jerusalén (EFE).- El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha dado 48 horas al Ejército para que elabore un nuevo plan de ayuda humanitaria en Gaza, al asegurar que Hamás «está tomando nuevamente control de la ayuda que entra al norte de la Franja de Gaza».
En un comunicado difundido por la oficina de Netanyahu, emitido hacia las 00.00, el Gabinete da dos días (hasta la medianoche del viernes al sábado) para abordar la entrada de ayuda en el norte de Gaza.
Allí, la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés, a la que Israel y Estados Unidos respaldan) no ha establecido ningún punto de distribución de ayuda, por lo que la población trata de detener los camiones de la ONU en las carreteras para recoger los alimentos que cargan.

Mientras, tanto los puntos de GHF en el centro y sur de Gaza como las rutas en el norte del enclave (como el área de Zikim, fronteriza entre Ciudad de Gaza y la parte más meridional de la Franja) se han convertido en focos de asesinatos de gazatíes en el último mes.
Clanes de Gaza piden a la ONU supervisar el reparto
El Consejo Supremo de Asuntos Tribales en Gaza, que representa a los clanes familiares de la Franja, pidió este jueves al Consejo de Seguridad de la ONU el envío urgentemente de una delegación al enclave para supervisar el reparto de ayuda humanitaria, después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, asegurara que Hamás la está robando.
«(El consejo) calificó como falsas afirmaciones de Israel destinadas a distorsionar los hechos e incitar al caos. Llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a enviar una delegación urgente para inspeccionar el proceso de ayuda en el terreno y verificar su transparencia», dijo el órgano en un comunicado.
Los clanes gazatíes defendieron que la ayuda está completamente protegida por ellos y que la distribuyen, exclusivamente, las agencias internacionales (y no la GHF).

Más de 500 muertos en las inmediaciones de los repartos
El Ministerio de Sanidad de Gaza, parte del Gobierno de Hamás, ha registrado hasta el momento la muerte de unas 550 personas por los tiroteos del Ejército israelí, que se producen en las inmediaciones de los puntos de GHF o de los camiones de ayuda cada día.
Además, han causado más de 4.000 heridos desde que este modelo de reparto comenzó hace un mes.
Agencias de la ONU como UNICEF o la Agencia para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) han insistido, en conversaciones con EFE, en que quienes asaltan los camiones son civiles hambrientos, ya que Israel bloqueó completamente el acceso de ayuda (principalmente alimentos, medicinas y combustible) a Gaza durante más de dos meses entre marzo y mayo.
Preguntado por EFE por estos tiroteos, el Ejército israelí culpa a Hamás, al señalar que evita que la población acceda a la ayuda, y asegura que «incluso actúan bajo la protección de la población civil en un intento de dañar a las fuerzas armadas».
Una organización de «mercenarios»

«El Ejército permite a la organización civil estadounidense (GHF) distribuir ayuda a los residentes de Gaza de forma independiente, y operan en las proximidades de las nuevas zonas de distribución para permitir el reparto junto con la continuación de las actividades operativas de las fuerzas armadas en la Franja de Gaza», asegura un comunicado castrense enviado a EFE.
La organización civil estadounidense engloba a compañías privadas de seguridad como Safe Research Solutions, dirigida por un antiguo agente de la CIA, o UG Solutions, con militares veteranos de EE.UU., a los que algunos medios progresistas israelíes se refieren directamente como mercenarios.