Naciones Unidas (EFE).- La violencia sectaria en la provincia meridional siria de Al Sueida, de mayoría drusa y donde en los últimos cinco días se produjeron enfrentamientos con tribus beduinas en los que tomaron partido los Ejércitos de Siria e Israel, ha provocado el desplazamiento de casi 2.000 familias, según la ONU.
«Casi dos mil familias han sido desplazadas de las zonas afectadas por la violencia en la gobernación de Al Sueida. Según uno de nuestros socios locales. Estas familias se encuentran actualmente refugiadas en una docena de alojamientos colectivos», informó la portavoz adjunta de la ONU, Stephanie Tremblay, este jueves.
Asimismo, Tremblay añadió que estas familias no pueden regresar a sus hogares debido a los daños, saqueos o destrucción de sus viviendas.
Las autoridades sirias todavía no han ofrecido un balance actualizado de víctimas, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ya eleva la cifra a más de 370 muertos desde el pasado domingo.
Alto el fuego
Los choques involucraron inicialmente a grupos de la minoría árabe drusa y a clanes beduinos, pero el envío de las fuerzas gubernamentales a esta región donde la seguridad estaba en manos de facciones locales abrió un nuevo frente de batalla entre estos dos últimos bandos.
La minoría religiosa drusa, que participó activamente en el derrocamiento de Al Asad, mantiene una relación tensa con el nuevo Gobierno islamista en Damasco y se ha negado hasta ahora a permitir la entrada de fuerzas regulares en Al Sueida.
Por su parte, Israel, donde vive una importante comunidad drusa, afirma que actúa en defensa de esa minoría en Siria e incluso, bajo esta premisa, acometió ayer bombardeos contra el Ministerio de Defensa y las inmediaciones del Palacio Presidencial en Damasco.
Líderes drusos y el nuevo Gobierno sirio, liderado por Ahmed al Sharaa, anunciaron ayer un alto el fuego en la zona por el que se procedió a una retirada de las tropas gubernamentales de Al Sueida.