Fotografía del presidente de Chile, Gabriel Boric, durante un discurso ante la Asamblea General de la ONU. EFE/Justin Lane

Boric pide juzgar a Netanyahu por el genocidio en Gaza, al que califica como una «crisis de la humanidad»

Naciones Unidas (EFE).- El presidente de Chile, Gabriel Boric, pidió este martes que se juzgue al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por la masacre de civiles en Palestina y subrayó que el genocidio en Gaza «es una crisis de la humanidad».

En un duro discurso, el mandatario chileno también condenó los ataques isrelíes en Catar y los bombardeos sobre Irán e insistió en que hay que combatir el odio y fortalecer el sistema multilateral.

«A estas alturas yo ya no sé qué decir de Gaza, porque muchos lo han dicho todo, desde esta tribuna y desde otras, pero por sobre nuestras palabras -de quien quiera que vengan- resuenan las miradas muertas de quienes siendo inocentes han perdido la vida”, aseguró el mandatario para introducir el tema tras alabar a la premio Nobel chilena Gabriela Mistral.

“Son miles los seres humanos inocentes que pierden la vida solo por ser palestinos (…) más que hablar de cifras, de condenas, o exigencias, quisiera hoy hablar de humanidad. Gaza es una crisis global porque es una crisis de la humanidad. En esta sala y quienes nos escuchan, somos todos seres humanos. Por eso, cuando debajo de los escombros yacen niños y niñas, hay un dolor genuino en nuestra patria, en Chile”, el país con la comunidad palestina más grande del mundo, al margen de los estados árabes.

Boric pide que Netanyahu responda ante la Justicia

En este punto fue cuando el mandatario chileno señaló por su nombre al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, del que dijo desearía ver frente a un tribunal internacional como ocurrió en los genocidios de los Balcanes o Ruanda.

«No quiero ver a Netanyahu destrozado por un misil junto a su familia, quiero ver a Netanyahu y a los responsables del genocidio contra el pueblo palestino enfrentados a un tribunal de justicia internacional”, dijo entre los aplausos de los asistentes tras subrayar que el «odio engendra violencia».

«Uno de los problemas que enfrentamos como humanidad es que muchas veces el dolor engendra odio, pero debemos enfrentarlo (…), transformar las ansias de odiar en deseos de justicia. No hacer ninguna concesión a la violencia”, recalcó.

Boric critica a Trump

Además, Boric criticó con gran dureza el discurso pronunciado horas antes en la 80 Asamblea General de la ONU por su homólogo estadounidense, Donald Trump, a quien recriminó que mintiera y negara la crisis climática, que desdeñara el multilateralismo y que se opusiera a las vacunas.

El presidente de Chile, Gabriel Boric (i), sale de la sesión de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas este martes, en Nueva York (Estados Unidos). EFE/ Ángel Colmenares

En uno de los discursos más crudos y directos, el mandatario chileno, que concluirá su mandato el próximo mes de diciembre, denunció «el cortoplacismo económico» y defendió políticas de largo aliento que «permita seguir luchando por un mundo más justo».

«Cuando se nos invita a la sumisión, cuando se afirma que la inteligencia está demás, cuando quieran demostrarnos, como han hecho algunos desde este podio, que se puede mentir para sacar ventaja, digámosle que no. No cedamos a la astucia ni a la violencia ni a la pasividad», afirmó.

«Enfrento la insolencia del que miente»

«En el fondo, puedo y debo respetar la diversidad de opiniones. Pero a la vez que respeto la diversidad de la opinión de quien piensa distinto, enfrento la insolencia del que miente, más aún cuando aquella persona es consciente de ello. Por ejemplo, se ha firmado en este mismo podio hoy día que no hay tal cosa como el calentamiento global. Esa no es una opinión, es una mentira y las mentiras debemos combatirlas», subrayó Boric en alusión al discurso de Trump.

A este respecto, subrayó que «podemos, por cierto, discutir cuáles son las mejores formas de enfrentar el calentamiento global o quiénes son más responsables que otros. Pero no podemos negarlo», dijo.

«Podemos discutir cómo los nazis llegaron a gobernar parte importante de Europa, pero no podemos negar el nuevo caos. Podemos estudiar los efectos secundarios de una vacuna, pero no podemos afirmar sin pruebas que las vacunas provocan» enfermedades.