Nueva Delhi (EFE).- El jefe del Gobierno interino de Bangladés, el Nobel de la Paz Muhammad Yunus, afirmó este sábado durante el funeral multitudinario del líder estudiantil asesinado y aspirante a diputado Sharif Osman Hadi, que nadie puede detener el camino hacia la democracia del país mediante el miedo y la violencia, en plena crisis de protestas y enfrentamientos que vive Bangladés.
«Nadie puede detener el camino hacia la democracia de este país mediante el miedo, el terror o el derramamiento de sangre», afirmó el jefe del Gobierno interino de Bangladés, el Nobel de la Paz Muhammad Yunus en su discurso televisado durante el funeral multitudinario del líder estudiantil asesinado.
«Shaheed Hadi fue parte integral de este proceso. Su único deseo era presentarse a las próximas elecciones y desempeñar un papel activo en la siguiente fase de la construcción de un nuevo Bangladesh» añadió.
Hadi, portavoz de la plataforma Inqilab Mancha y figura central del levantamiento que forzó el cambio de gobierno en 2024, murió a consecuencia de las heridas sufridas en un atentado con arma de fuego el pasado 12 de diciembre en el centro de Daca.
Día de luto nacional
El Gobierno interino decretó este sábado día de luto nacional por su asesinato y preparó un funeral al líder estudiantil, que tuvo lugar hoy frente al edificio del Parlamento Nacional, en Daca.
La escalada de violencia que se desató la noche del jueves, tras confirmarse el fallecimiento del activista, fue la gota que colmó el vaso en una semana de tensiones diplomáticas con la India, que han reavivado un sentimiento antiindia en las calles, después de que Daca acusara a Nueva Delhi de albergar a la ex primera ministra bangladesí Sheikh Hasina y permitirle realizar llamamientos para desestabilizar el país antes de las elecciones, acusaciones que India ha negado.
Durante las protestas del jueves, los grupos de manifestantes asaltaron en la capital las sedes de los diarios Prothom Alo y The Daily Star, a los que acusan de mantener una postura favorable a la India, provocando incendios y destrozos materiales que forzaron la intervención de los servicios de emergencia y motivaron un apagón mediático.
La hostilidad hacia la India, alimentada por la retórica del fallecido Hadi sobre la «hegemonía india», ha forzado también el cierre de sedes diplomáticas.
El líder estudiantil era candidato a las elecciones previstas para febrero en Bangladés, amenazadas ahora por la crisis de violencia que pone en riesgo la frágil estabilidad del país a menos de dos meses de unos comicios históricos que debían consolidar su transición democrática.