Una mujer aimara camina en una calle bloqueada por conductores de transporte público este viernes, en La Paz (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

El Gobierno de Bolivia negocia con algunos sectores para evitar una huelga contra el retiro a la subvención de combustibles

La Paz (EFE).- El Gobierno de Bolivia tuvo este sábado varias reuniones con algunos sectores sociales para explicar el decreto que levanta la subvención a los combustibles tras más de 20 años, medida que es resistida por los sindicatos de transporte y obreros que anunciaron una huelga indefinida desde el lunes.

El Ejecutivo de Rodrigo Paz logró un «acuerdo» con la Cámara de Transporte y el transporte pesado de Santa Cruz (este), la mayor región y motor económico de Bolivia, para aceptar la medida y trabaja conjuntamente en otros temas.

El ministro de Obras Públicas, Mauricio Zamora, dijo tras una reunión de varias horas en Santa Cruz que se consensuó trabajar en «otros puntos», aparte del precio del combustible, como temas tributarios y aduaneros.

Zamora indicó que este es un acercamiento entre muchos que se tienen que hacer para explicar a otros sectores, principalmente sindicatos de transportistas, los alcances del decreto 5503.

«Para nosotros ha sido un golpe duro, pero tenemos que acomodarnos (…) creemos que los otros transportistas tienen que acomodarse, no podemos vivir a costa del Estado», mencionó el dirigente del transporte pesado de Santa Cruz, Juan Yujra.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Transporte del Oriente, Juan Áñez, expresó que lo importante es que el Gobierno garantice la «seguridad jurídica» y el combustible, para que los camiones con carga lleguen a las ciudades y cumplan con sus compromisos de exportación.

«A estos compañeros transportistas (los que irán a una huelga indefinida) les pedimos que se sienten, que negocien», añadió.

Comerciantes muestran un cartel durante una protesta en contra del levantamiento de la subvención a los combustibles este viernes, en La Paz (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

Diálogo abierto con sectores sociales

El viernes, la Confederación Sindical de Chóferes de Bolivia convocó para el lunes a la huelga «general e indefinida» hasta conseguir que el Gobierno de Rodrigo Paz anule el decreto 5503.

A esta medida se sumó la Central Obrera Boliviana (COB), el mayor ente sindical de Bolivia, algunos sindicatos de maestros y mineros, además del sector de productores de hojas de coca del Trópico de Cochabamba (centro), afín al expresidente Evo Morales (2006-2019), entre otros.

Paz afirmó en la víspera que el decreto «no se va a cambiar» y lo consideró como «un punto de partida» para mejorar el futuro del país, además mencionó que el Gobierno está abierto a dialogar.

Esta jornada, las autoridades nacionales se reunieron en la Casa de Gobierno, en La Paz, con sectores mineros y de las juntas vecinales para hablar sobre la polémica medida.

El decreto 5503 emitido el miércoles por Paz estableció precios de 6,96 bolivianos (un dólar) por litro de gasolina especial, 11 bolivianos (1,58 dólares) para la gasolina premium y 9,80 bolivianos (1,40 dólares) para el diésel, entre otros.

Incrementos drásticos en precios de combustibles

Esto supone incrementos del 86 % para la gasolina y del 162 % para el diésel respecto al costo subvencionado que estuvo vigente por más de 20 años y que, según el Gobierno y algunos expertos, ya era insostenible en el escenario de crisis que vive el país.

Esta decisión va acompañada por otras medidas, como el incremento del salario mínimo, de 2.750 a 3.300 bolivianos (395 a 474 dólares), el aumento de los bonos a los estudiantes del sistema público y de la renta para adultos mayores sin aportes a la seguridad social.

El Gobierno de Bolivia afirmó que no retrocederá en sus medidas, puesto que mantener la subvención demandaría en 2026 un gasto de 3.500 millones de dólares, equivalentes al 6,4 % del producto interior bruto (PIB).