El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas (d), en Quito (Ecuador). EFE/ José Jácome

El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas «debe ser hospitalizado de urgencia», dice su abogada

Guayaquil (Ecuador) (EFE).- El exvicepresidente correísta de Ecuador Jorge Glas, quien está encarcelado en la nueva prisión de máxima seguridad emblema del presidente Daniel Noboa, «debe ser hospitalizado de urgencia», señaló este martes su abogada Sonia Vera.

«Debe ser hospitalizado de urgencia y garantizarse, como mínimo, agua segura, alimentación suficiente, control médico real con privacidad, trazabilidad estricta de su medicación, visitas familiares, acceso al patio, y confidencialidad plena con su defensa», escribió Vera en su cuenta de la red social X.

La defensora explicó que este martes se había reunido telemáticamente con Glas y que lo encontró «más debilitado, más angustiado, más resignado». «Esa resignación es la señal más peligrosa: cuando alguien deja de pelear, el cuerpo empieza a perder», agregó.

Vera indicó que una reciente valoración médica integral realizada al exvicepresidente en el marco de las medidas provisionales dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) el pasado octubre, que ordenaron al Estado ecuatoriano garantizar su salud física y mental, concluyó que necesitaba una «hospitalización inmediata no diferible». 

Dijo que el informe señala que el expolítico tiene «restricción para hidratarse» y que recibe «agua con características no compatibles con agua potable».

«Hoy Jorge lo dijo sin rodeos: ‘Tengo que tomar del grifo'», escribió la defensora.

También indicó que Glas supuestamente tiene «pérdida marcada de masa muscular, debilidad y hambre recurrente por alimentación insuficiente»; que «la medicación no está bajo control sanitario seguro» y que «el entorno lo enferma».

El pedido para sacarlo de la cárcel

Además, la abogada dijo que había solicitado un habeas corpus correctivo porque Glas ya había cumplido en octubre la pena acumulada que pesaba sobre él por dos condenas por corrupción dictadas en 2017 y 2020, pero que lo mantienen en la cárcel «con un expediente fabricado», en referencia a la nueva sentencia que recibió en junio de 13 años de prisión por un delito de peculado (malversación de fondos públicos) cometido durante el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de 2016.

«Fue sentenciado en primera instancia, pero sin que hasta hoy se le haya notificado la sentencia escrita. Lo mantienen encerrado con un fallo que ni siquiera podemos apelar», añadió.

Jorge Glas está recluido en la nueva cárcel de máxima seguridad, ubicada en la provincia costera de Santa Elena, desde el pasado 10 de noviembre, luego de que lo movieran junto a cabecillas de bandas criminales desde la prisión La Roca, en donde permanecía desde 2024, cuando lo detuvieron en el asalto ordenado por Noboa a la Embajada de México en Quito para sacarlo a la fuerza, cuando ya había recibido asilo.