Murcia (EFE).- Inspectores de la Policía Judicial han destacado este martes que la falta de comunicación entre las discotecas incendiadas en Murcia el pasado 1 de octubre de 2023 fue determinante en los fallecimientos de las 13 víctimas mortales del siniestro, y han advertido de que el plan de emergencia de las salas no se cumplió, ya que obligaba a esa comunicación.
Así lo han corroborado tanto el inspector que actuó como instructor del informe pericial remitido a la jueza, como la inspectora que actuó como secretaria, que han comparecido en calidad de “testigos/peritos” en la fase de instrucción del procedimiento.
Ninguno de los agentes ha querido hacer valoraciones a los medios de comunicación, a los que sí han atendido varios de los abogados que han estado presentes en las vistas y que han coincidido en destacar que los agentes han denunciado la falta de cumplimiento del plan de evacuación.
Las dos discotecas funcionaban administrativamente como un único local, ocupando una misma nave industrial separadas por una pared de pladur, y tenían también un único plan de evacuación, lo que sin embargo no hizo que mejorase la coordinación y comunicación entre los dos locales, según ha lamentado el abogado José Manuel Muñoz Ortín, que representa a los familiares de dos de los fallecidos en el incendio.
Descoordinación entre salas
Según este letrado, el inspector que ejerció de instructor ha dicho a la jueza que hubo una “descoordinación total” entre las dos salas y ha insistido en la “falta de cumplimiento del plan contra incendios”, que obligaba a comunicar un fuego entre una y otra sala.
Sin embargo, eso no sucedió, y “no hubo una alerta” de Teatre, donde los dos inspectores sitúan el origen del incendio, que se habría iniciado según todos los indicios por un mal uso de una máquina de fuegos fríos, a Fonda Milagros, donde fallecieron las 13 víctimas.
La abogada Ainhoa Azpeitia, que representa a los familiares de otra de las víctimas mortales ha insistido en que, según la versión del inspector instructor, de haber alertado en tiempo y forma a los responsables de Fonda Milagros, la sala podría haberse evacuado con mayor celeridad.
La falta de comunicación llevó a que ese establecimiento se evacuara unos tres minutos después que Teatre, un tiempo crítico según los informes policiales.
“Incumplimiento del plan de evacuación”
Una valoración similar ha hecho la inspectora secretaria, que ha sido la primera en prestar declaración ante la jueza, ha dicho el abogado Francisco Javier Verdú, defensor de los propietarios de Fonda Milagros. Según el letrado, la inspectora ha afirmado que las 13 muertes se produjeron “como consecuencia del incumplimiento del plan de evacuación” de las salas, al no comunicar una a la otra que se había producido un incendio.
En este sentido, el abogado Pedro López Graña, que representa a los familiares de otras dos víctimas mortales, ha indicado que la inspectora ha insistido en que, al margen de que el origen del fuego fuera la citada máquina de fuegos fríos, hubo otras “circunstancias que influyen en el suceso”, como los sistemas de evacuación “insuficientes”, los sistemas de aviso que no funcionaron y el plan de emergencias que no se cumplió.
Los abogados de las víctimas han lamentado la “excesiva cautela”, en palabras de López Graña, que está manteniendo la jueza que instruye el caso, que no ha permitido que se formule ninguna pregunta relacionada con la situación administrativa de las discotecas, que tenían un orden de cese de actividad en vigor y, a nivel administrativo, funcionaban como una única sala.
La inspectora, ha apuntado Muñoz Ortín, participó directamente en la revisión del expediente administrativo remitido por el Ayuntamiento, pero la jueza no ha permitido formular preguntas sobre el mismo, por lo que la policía se ha limitado a manifestar lo que ya recoge el informe policial sin hacer ninguna valoración.
Para López Graña, es fundamental que en este procedimiento judicial se aclare “definitivamente y de forma global” la responsabilidad de cada uno de los actores en este caso y, para ello, ha subrayado, es imprescindible que se investigue “no solo las causas del fuego”, que parece tener el origen en la máquina de fuegos fríos, sino también “todos los responsables, de principio a fin” en el fallecimiento de las 13 personas.
El propio alcalde de Murcia, José Ballesta, según López Graña, aseguró en los días posteriores al incendio que se llegaría hasta las últimas consecuencias “caiga quien caiga y cueste lo que cueste”, y ha exigido que se cumplan sus palabras.
