Pamplona (EFE).- La pasarela de Labrit de Pamplona vuelve a abrirse al tránsito peatonal tras concluir las obras de refuerzo y reparación y superar las pruebas de carga dinámica y estática.
“Ya está, ya está abierta al uso público”, ha sostenido en el momento de su apertura el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, quien ha señalado que era “una demanda importante” de la ciudadanía y después de “mucho tiempo” y un proceso “muy complejo” ya está a disposición del público por lo que ha asegurado que están “muy contentos”.
Con una sensación de “liberación” ha asegurado recibir el cierre de un expediente que ha sido “muy duro”, al tiempo que ha apuntado que “tampoco debemos echar cohetes porque si hubiera estado bien hecha no hubiera pasado todo esto”.
Inaugurada en 2010, los primeros problemas se detectaron en 2016, por problemas de oxidación y deterioro de algunas placas de acero y tras varios cierres puntuales para realizar trabajos de mantenimiento, la pasarela se cerró provisionalmente al tránsito peatonal el 5 de julio de 2016 y definitivamente en el mes de septiembre de ese mismo año.
El Ayuntamiento reclamará
Las obras de refuerzo y reparación han tenido un coste de 807.214 euros, a los que hay que sumar los estudios y trabajos técnicos encargados desde 2016 hasta la actualidad, además del proyecto de reparación, inspecciones y andamiaje y de otras actuaciones alrededor de la propia infraestructura, cantidad que el Ayuntamiento reclamará a las partes intervinientes en el proceso.
Al respecto el alcalde ha reiterado que siempre ha defendido que es “más fácil” reclamar algo cuando “lo has reparado, sabes lo que ha costado, lo tienes todo perfectamente detallado incluso con actas notariales para saber cuáles eran los problemas y cuáles las soluciones, que sin pasarela intentar reclamar el dinero con un expediente casi como si fuera una multa de tráfico: nos debéis 800.000, pagarlo”.
En su opinión, “desde el punto de vista técnico jurídico era ridículo, hoy estaríamos sin pasarela y con una postura difícil de cara a los juicios que sin duda habrá. En ese sentido tranquilidad, se ha hecho bien y confiar en que “prospere la reclamación del coste total que ha supuesto a la ciudad esa mala ejecución inicial de la pasarela”.
Una pasarela nueva, “más difícil de defender”
Respecto a la posibilidad de haber construido una pasarela nueva en lugar de llevar a cabo esta reparación, ha manifestado que “hubiera sido en todo caso más caro y jurídicamente muy difícil de defender”. A eso ha añadido que “como diseño está muy bien, tiene una esbeltez, unas características importantes”.
Maya se ha pronunciado en este sentido en declaraciones a los medios de comunicación durante la visita de los miembros de la Gerencia y la Comisión de Urbanismo a la pasarela, una visita en la que no han participado los grupos de la oposición, de los que ha dicho que no les puede entender.
“Hoy no están aquí porque están enrabietados, han tomado una actitud con esta obra absolutamente de dejar solo al equipo de gobierno, ellos sabrán porque lo hacen, creo que para ellos es un fracaso que esto esté abierto”, ha añadido Maya, quien ha señalado que les han invitado a acudir pero no han querido.
Siete años para reabrirla
Los problemas detectados en la pasarela y las reformas llevadas a cabo han sido detalladas por el director de Conservación Urbana, Óscar Esquíroz, quien ha apuntado, entre otras cuestiones, que “había problemas de ausencia de soldadura en puntos importantes y de defecto de soldadura”.
“Realizar esa soldadura ha sido un proceso muy lento que multiplicaba por equis la cantidad del dinero y por tres equis el tiempo necesario para realizar el trabajo y esto es lo que ha llevado a un incremento del coste totalmente imprevisible y sobre todo un incremento grande del tiempo de ejecución”, ha aseverado.
Al respecto ha apuntado que “se han sustituido unas 42 o 43 toneladas de las 125 que tenía la pasarela y se ha realizado una soldadura que es al menos un 30 % mayor en longitud de la realizada inicialmente. Se ha añadido muchísima soldadura que es algo absolutamente necesario”.
Si en su momento se hubieran hecho las pruebas pertinentes, “algunos” de los problemas se hubiesen descubierto, ha indicado Esquíroz.
La oposición no acude a la reapertura
Los grupos municipales de la oposición en el Ayuntamiento de Pamplona no han participado en la visita que la Gerencia y la Comisión de Urbanismo han realizado a la pasarela del Labrit con motivo de su apertura al tránsito peatonal para evidenciar su rechazo a la gestión del equipo de gobierno de Navarra Suma.
En un comunicado, EH Bildu explica que no ha acudido a la “inauguración encubierta” de la pasarela por el “oscurantismo con el que UPN ha gestionado esta obra”. “Lo de hoy no es una visita de trabajo de la Comisión de Urbanismo, algo que llevamos insistentemente demandando desde hace meses, sino que se trata de una inauguración encubierta, una foto de la vergüenza en la que no podemos participar sin que la ciudadanía que ha asistido atónita a esta chapuza nos los reproche”, sostiene el grupo abertzale.
Asimismo, el PSN denuncia el modo en el que Navarra Suma anunció esta visita, mediante una adenda a la Gerencia de Urbanismo de hoy, “sin indicar si se iba a abrir o no al público y buscando engañar a los grupos para que respalden una gestión que llevamos mucho tiempo criticando”.
Desde Geroa Bai se indica que sus representantes han decidido no acudir porque, aunque se alegran “de la puesta en funcionamiento para la ciudadanía”, no pueden dar por buena “la gestión realizada por parte de Navarra Suma”.
