La escritora donostiarra Dolores Redondo. EFE/Jesús Diges

Dolores Redondo, Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2023

Pamplona (EFE).- La escritora Dolores Redondo Meira (San Sebastián 1969) ha sido elegida este lunes por el jurado como Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2023 por su indudable figura referente de la literatura española más reciente y por su implicación y vinculación personal y profesional con Navarra, “un personaje más” de sus obras. “Nunca podía imaginar que un día me hicieran este honor”, ha declarado la escritora en declaraciones a Efe.

Junto a Redondo optaban al galardón, que se entregará en Viana el 3 de junio, la asociación Bilaketa, la compositora Vanessa Garde y el músico Aurelio Sagaseta.

Este premio, dotado con 20.000 euros, tiene como finalidad reconocer la tarea llevada a cabo por personas o instituciones relevantes, con especial vinculación con Navarra, en cualquiera de los ámbitos de la cultura, bien sea mediante el ejercicio de la creación, el estudio o la investigación, o bien mediante su promoción y fomento.

La consejera de Cultura, Rebeca Esnaola, ha recordado que Redondo es la cuarta mujer que, a título individual, se hace con el Príncipe de Viana, y la primera escritora en conseguirlo.

La proyección de Baztan y de Navarra en todo el mundo

Tras señalar la calidad de las cuatro candidaturas, ha subrayado que la premiada “ha sido capaz de recuperar y preservar a través de sus novelas el rico legado cultural y patrimonial de Navarra con referencias al patrimonio cultural, paisajístico, material e inmaterial”.

Javier Azanza, impulsor de su candidatura, ha puesto en valor por su parte un trabajo que ha impulsado la proyección de Baztan y de Navarra en todo el mundo y con el que Redondo “recupera y preserva el rico legado cultural, paisajístico, material y gastronómico de la Comunidad Foral”.

En este sentido ha aludido como clave argumental de sus obras “el patrimonio inmaterial de Navarra, a través de sus costumbres, tradiciones y folklore” y “la labor de documentación histórica, cultural y etnográfica”, contribuyendo así a “la transmisión generacional de este multisecular legado”, sin olvidar que la escritora participa también en diversos eventos culturales y literarios de Navarra, entre los que destaca el Festival de Literatura y Cine Pamplona Negra.

Para Azanza además Dolores Redondo es una persona “plenamente integrada” en Navarra y que ejerce un “activismo foral”. Residente en Cintruénigo, Dolores Redondo, ha dicho, “presume de ser cirbonera y metopa de la Policía Foral” y en su obra hace una reivindicación femenina, siendo un referente de liderazgo femenino con su presencia en distintos foros y congresos.

Una candidatura de consenso

Se trata de una “candidatura de consenso que también puede identificar a toda Navarra y que devuelve a Dolores en el décimo aniversario del primer libro de la trilogía de Baztan “algo de lo mucho que ha hecho” por esta comunidad.

Dolores Redondo se introdujo en el mundo de la lectura y la escritura en su adolescencia, con relatos y cuentos infantiles, y tras publicar su primera novela en 2009, “Los Privilegios del Ángel”, en 2013 llegó “El guardián invisible” que, junto a “Legado en los huesos” (2013) y “Ofrenda a la tormenta” (2014), forma la trilogía de Baztan.

Se trata de un fenómeno literario que mezcla el thriller, el noir y el género fantástico, traducido a 39 idiomas y leído por más de dos millones y medio de personas y que entre 2017 y 2020saltó al cine bajo la dirección del pamplonés Fernando González Molina.

En 2016, la Redondo obtuvo el Premio Planeta por “Todo esto te daré”, un galardón al que aspiraban 552 obras; en 2019 regresó al escenario navarro con “La cara norte del corazón”, la precuela de la trilogía, que actualmente se está adaptando al formato serie en Estados Unidos; y en 2022 publicó “Esperando al diluvio”, su novela más reciente. 

Redondo: “Una maravillosa sorpresa”

Minutos después de recibir la noticia del premio, “todavía muy emocionada”, Redondo ha recordado en declaraciones a EFE que cuando Javier Azanza le comunicó que era candidata se llevó “una sorpresa maravillosa” porque “ni sabía que alguien no nacido en Navarra podía optar” a este galardón.

De hecho al anunciarle hoy que había ganado ha vuelto a sentirse “sorprendida” a diferencia de lo que le ocurrió cuando en 2016 ganó el Planeta, “éste nunca lo había soñado y aquel era un sueño desde que era pequeña, algo que siempre había querido desde que supe que quería ser escritora”.

Y ha añadido que se siente “muy feliz” porque el Premio Príncipe de Viana es para ella “una de esas cosas maravillosas que te llegan en la vida sin esperarlas y sin siquiera creer que puedes optar, que puedes ser candidata”, y, además se muestra orgullosa de haber compartido candidatura con la asociación Bilaketa, la compositora Vanessa Garde y el músico Aurelio Sagaseta, “tan merecedores (de este premio) o más incluso que yo”.

Dolores Redondo pasea por el Valle del Baztán. EFE/Jesús Diges

Por eso, cuenta, ayer por la noche “daba por hecho que no” sería la elegida, “que el honor había sido formar parte de esta exclusiva lista”, así que al conocer el fallo del jurado “ha sido un momento de lágrima”.

Agradecida por las muestras de apoyo

Tras apuntar que es “maravilloso que lleguen buenas noticias y cosas bonitas”, Dolores Redondo ha mostrado también su satisfacción por las llamadas y mensajes que está recibiendo de gente que se congratula también de que pasen cosas buenas y de compartir cosas bonitas”, por todo lo cual se ha mostrado “agradecida”.

Como agradecida esta también con Azanza no solo por ser el impulsor de su candidatura sino “por las cosas elogiosas” que ha dicho de ella y de su trabajo, entre ellas por la visión que da “no del feminismo” sino del “matriarcado tradicional navarro y vasco” ante la ausencia de los hombres, “obligatoria porque trabajaban fuera de casa y eran las mujeres las que se tuvieron que acoplar y sacar adelante las familias”.

“Son los lectores los que lo tienen que disfrutar”

“Algo que no hicieron por ningún afán reivindicativo sino porque no les quedaba más remedio”, ha precisado, y agregado que por eso “en todas mis novelas hay un homenaje a estas personas, hombres y mujeres, que cada día hacen lo que hay que hacer. Algo que voy a homenajear siempre”.

Ahora espera al 3 de junio cuando en Viana recibirá el premio, un acto que le obliga a “mover toda la agenda” porque ese día tenía previsto estar en Bilbao donde ocurre un parte de “Esperando el diluvio”, su última novela ahora en fase de promoción y con la que “vuelvo a salir a la carretera” después de Semana Santa con la llegada del Día del Libro.

“Estaré en un montón de ferias y de actos y si no estoy en más es porque no quedan días libres, pero además estoy escribiendo. Siempre estoy escribiendo”, asegura Redondo, aunque no quiere contar nada del nuevo proyecto que tiene entre manos.

Con todos los libros “me guardo mucho porque además mis lectores lo quieren así, esperan que sea una sorpresa para disfrutar desde el momento de la publicación”, apunta, y señala que “son los lectores los que lo tienen que disfrutar”.