Pamplona (EFE).- El Club Atlético Osasuna ha completado un entrenamiento marcado por la gran afluencia de público en las gradas de Tajonar que no ha querido perderse la primera sesión del equipo tras el golpe dado en San Mamés.
A tan solo dos días de recibir al Elche en El Sadar, los jugadores dirigidos por Jagoba Arrasate han saltado al césped pasadas las 11:00 horas para dividirse en dos grupos en función de sus minutos en la vuelta de semifinales ante el Athletic.
Los titulares apenas han se han ejercitado, mientras que los suplentes si han trabajado con más exigencia. Tras unos rondos y unas llegadas sobre la meta defendida por Aitor Fernández, los futbolistas han disputado un partidillo a campo reducido antes de terminar mañana la preparación del choque ante el último clasificado de la liga.
Pablo Ibáñez, el más reclamado
Pablo Ibáñez ha sido el gran reclamo para los jóvenes y no tan jóvenes. Su espectacular tanto en la Catedral a cuatro minutos de los penaltis ya es historia rojilla. El mediocentro navarro no ha dudado en devolver todo el cariño de estos días en forma de firmas, fotos y cercanas conversaciones con su hinchada.
Osasuna cuenta con un tiempo limitado para preparar la cita del sábado a las 14:00 horas. Arrasate realizará varios cambios respecto al once ante los leones, pero lo cierto es que alguno de los habituales repetirá. No quieren dejar pasar la ocasión de vencer a un rival casi sentenciado para acercarse a una nueva permanencia.
La final de Sevilla del 6 de mayo ya es una realidad. Los socios de la entidad esperan saber la próxima semana el número aproximado de entradas con las que contará el club. La ilusión por lograr el primer título en 102 años de historia está aumentando las esperanzas por dar la campanada ante el Real Madrid.
